Me ha hecho Soria, pues, un favor que reconozco; pero no por aquello de nobleza obliga, no, sino porque sé cuanto le fastidia hacer favores gratis. Tras el capítulo de agradecimientos, diréles del cabreo de no pocos jueces y fiscales por el empeño soriano (y de los áticos zerolinos) en presentarlos como meleguinos con orejeras sólo pendientes de cumplimentar a satisfacción los listados semanales de sujetos a emplumar que les envía el ministro López Aguilar. Es el modo que han encontrado los mandarines de salvar la cara engañando al electorado y de reivindicar, en el fondo y en la forma, la impunidad que ha sido siempre su privilegio más preciado. Y rentable, todo hay que decirlo.Tanto Soria como los demás oficiantes de esta ceremonia de la confusión repiten, antes o después de largar de jueces y fiscales, el latiguillo de su fe y confianza en la Justicia. Sin que expliquen cómo se come la proclamada y absoluta confianza en la Justicia dentro del mismo párrafo en que se acusa a jueces y fiscales de proceder por orden del ministro contra honestos peperos (o nacionaleros) que están en la cosa pública por vocación de servicio público, como es público y notorio. Sé que al menos los fiscales siguen la regla no escrita de no enredarse en disputas políticas; de evitar en el ejercicio de su actividad pisar donde los partidos dirimen sus cuitas. Una cautela explicable con sujetos como Soria muy dados a amenazar con querellas en el tono de quien considera a los tribunales instrumentos de venganza y viagra de su impotencia política para meter puros, no sé si me explico. Sin embargo, esta vez el macho ha llegado demasiado lejos. Que los magistrados, los fiscales y los policías no se lo tomen en cuenta sería asunto de ellos si sólo afectara a sus respectivas profesionalidades. Pero ocurre que ya no cuestiona su rectitud profesional y personal sino que pretende socavar el poder judicial y su independencia, es decir, los pilares básicos del Estado de Derecho y la convivencia democrática. Si la ciudadanía deja de creer en esa garantía se desmoronaría el sistema de libertades y no sería posible, pongo por caso, que ustedes lleguen a leer estas líneas. Lo evitarían personajes como Soria. La machada en Mogán no es anecdótica al asumir su tesis tanto el PP nacional como ATI respecto a Zerolo. El terrorismo no es sólo poner bombas, no sé si saben. Hay otras formas.