Un trío: Zapatero, Oramas y Barkos

La diputada de CC ?a cuya curiosas palabras dedicaré atención en cuanto se publiquen en el Diario de Sesiones y pueda confirmar mi asombro? dijo desear buenas relaciones con el PSOE, pero no hasta el punto de que se conviertan en noviazgo o permitan furtivos escarceos extramatrimoniales ?ya sabemos que CC está casada con Soria?. También conocemos que a Uxue le ocurre lo contrario: quiere una relación más intensa, con cama y mucho ejercicio común en forma de coalición PSN-NaBai. Zapatero se mostró al tiempo ambiguo y cómplice, ardoroso y frío. A Uxue le dijo que UPN, aliada con el PP, no es su socio ?o “novio”, para los no entendidos? , a pesar de que lo mantenga económicamente, que el trato con NaBai será privilegiado por su coincidencia progresista, que en Navarra los socialistas no fueron tan valientes como en el resto del Estado...

Tengo para mí que estas acentuadas carantoñas zapateriles no iban dirigidas a Uxue sino a Mariano Rajoy y a su socio y presidente navarro Miguel Sanz con el mensaje de fondo de que ese “incremento del diálogo” con NaBai tendrá lugar en esta legislatura. Aviso a navegantes y elecciones vascas como último impedimento. Intuyo igualmente que Oramas, con su abstención, ha dilapidado sus quince minutos de gloria y volverá al pozo del Grupo Mixto, pues sus dos votos ya no volverán a ser imprescindibles durante los próximos cuatro años. La parte social de su discurso gustó al presidente ?la vergüenza que supone que existan pensionistas canarios de 300 euros mensuales?, pero el rejo insularista se entrevió cuando reclamó trenes para el sur ?“y no sólo el de Tenerife, que es importante, sino el de Gran Canaria”?, dinero para sanidad o aguas..., a lo que Zapatero respondió con su Oficina Europea de la RUP. Mi opinión es que hacerse la estrecha y al tiempo pedir decenas de millones de euros en inversiones es algo contradictorio.

En esto Mauricio era más deslenguado, osado y mercenario, pero hay que reconocer que mucho más eficaz.

Federico Utrera