UE, no molestar

Más de 20 mil personas procedentes de países del norte de África han llegado en las últimas semanas a la isla italiana de Lampedusa huyendo de las revueltas en sus países.

La llegada de estas personas a Italia había logrado que la Unión Europea se pusiera de acuerdo en algo. En que hay que echarlos. Pero el problema surgió cuando se plantearon quién debía hacerlo. Las complicaciones en materia de inmigración se unen a las divisiones que surgieron cuando se decidió la intervención en Libia.

Il Cavaliere, tan compresivo y buena gente como siempre amenazó con “limpiar” Lampedusa en un par de días y afirmó que si la Unión Europea no logra un pacto sobre inmigración, es mejor separarse.

Mientras, Francia se cierra en banda y se dedica a bloquear trenes en la frontera para impedir la llegada de personas a una manifestación a favor de los derechos de los inmigrantes bautizada Tren de la dignidad.

La líder de la ultraderecha Marine Le Pen, opina que es inútil la política europea en materia de inmigración, y sugiere que la marina francesa, devuelva a los barcos que cruzan el mediterráneo con inmigrantes a sus puertos de origen.

¡Qué lástima! La UE por fin se había puesto de acuerdo en algo. En devolver a sus países de origen a personas que vinieron huyendo de allí y esperar que no vuelvan más. Igual la solución es poner un cartel a la entrada de los países miembros donde se lea en varios idiomas ''UE, No molestar.''