Dicho así parece muy fácil, nada más lejos de la realidad, pero contado por alguien como Lee –el mejor relaciones públicas que tiene el noveno arte- todo es posible. Sea como fuere, Spider-man debutó en el número quince de la serie Amazing Fantasy, con fecha de salida de agosto de 1.962, a la postre último número de la colección. La historia nos presenta a un personaje totalmente atípico para convertirse en un súper héroe: Peter Parker es un joven delgado, bajito, con gafas y siempre cargado de libros. Sus señas de identidad responden más a las de un empollón de clase –o un lector de cómic- que a las de un héroe gráfico clásico. Nadie podría llegar a pesar que una persona tan tímida e introvertida como él pudiera luego ser el novio de féminas como Gwen Stacy o Mary Jane Watson –la futura señora Parker-. Para terminar de rematarlo todo, Parker es huérfano y su única familia son sus tíos, los cuales representan sus raíces personales y su principal punto de apoyo. En tan sólo dos páginas, queda claro que Peter Parker es un ser común y corriente y sólo queda sentir lástima por su anodina existencia. Sin embargo, el talento de Lee y la socorrida energía atómica –tan útil para la creación de héroes gráficos- trasformará al enclenque Parker en una versión humana de las increíbles arañas. Cierto es que los conocimientos científicos del joven ayudarán a lograrlo. No obstante, sin la interacción de una araña contaminada, la cual pica al joven estudiante, nada de lo que sucede después hubiera sido posible. Lo que sucedió después forma parte de la historia del noveno arte –y en parte de su leyenda-. El personaje, lejos de desaparecer al cancelarse la serie en la que nació, se convirtió en el favorito de los lectores, muchos de los cuales se sentían identificados –algo que también me ocurrió a mí- con aquel chico que no terminaba de encajar en su ambiente personal y cuyos valores se convertirán en el principal motor de toda su existencia. La frase de su tío Ben “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad” se ha convertido en el motor de la ya larga carrera gráfica, animada y cinematográfica de Spider-man. Ahora, con el estreno de la tercera película, aunque no se sabe si es la última, en los cines de todo el mundo, el circo mediático está servido. Está claro que tanto Marvel como Sony Pictures quieren rentabilizar al máximo la enorme inversión que han tenido que hacer para llevar al personaje –y a toda una galería de villanos- por tercera vez a la gran pantalla. Nada que objetar a que traten de recuperar su inversión. Otra cosa muy distinta es estar preparado para escuchar la sarta de tópicos, sandeces varias y tendenciosidad con la que nos obsequiarán los medios durante estos días. Ya comenté la pasada semana que uno de los grandes problemas de los grandes medios es que el redactor especializado se ha convertido en una figura que sólo se encuentra en los museos. No se debe generalizar, pero al tener muy fresco el último Salón del cómic de Barcelona, sería de ciegos no reconocerlo. Tampoco pretendo que los medios –en especial las televisiones que padecemos en nuestro país- tengan a un “doctor en lenguaje gráfico”, pero hace ya una década que los estrenos de personajes de cómic adaptados al cine están salvando los muebles de las distribuidoras cinematográficas y de buena parte de los exhibidores. Por ello, no quedaría mal que, entre chistes sin gracias, tópicos varios y una cada vez menos disimulada ignorancia, se pusieran manos a la obra y dieran una información como se merece el estreno de Spider-man 3. Repito que hay profesionales muy capaces y que saben de lo que hablan –o son capaces de documentarse- con lo que su información no aparecerá tan sesgada como en otros formatos. No obstante, queda mucho por hacer y no sólo en este tema. No pienso profundizar en las dobleces de los “críticos” que hoy odian al personaje y el viernes alabarán sus virtudes. Rectificar es de sabios, pero ser coherente es más importante todavía y hay muchos que mejor se callaran. Al final de lo que se trata es de disfrutar con las aventuras, sin importar el formato. La editorial Panini acaba de comenzar la publicación de la serie Civil War, en donde Peter Parker tendrá un papel protagonista y capital en toda la trama. También está a punto de llegar al mercado un tomo donde se recogen los números del vecino arácnido dibujados por Todd McFarlane. Si quieren conocer más cosas sobre cierto personaje negro, que odia a Parker, allí encontrarán las respuestas a sus preguntas. Y si tienen un rato, dense un paseo por una librería especializada y miren lo que hay en sus estanterías. Seguro que encuentran el pasado, el presente y el futuro del personaje, y mejor contado que por quienes sólo se acuerdan del vecino arácnido una vez cada tres años. Otros, como es mi caso, lo hacemos más a menudo y seguro que disfrutaremos de sus aventuras, en pantalla grande, tanto como las dos veces anteriores. Eduardo Serradilla Sanchis