Podría ser la nueva estrategia subliminal pepera transmitir que el “bambi” monclovita se rindió ante la clarividencia rajoyana; tan cegadora que no deja ver el desmontaje, en el juicio del 11-M, de la teoría de la conspiración y de la autoría etarra del atentado; y que el comunicado de fin del alto el fuego dejó claro que Zapatero no se bajó los calzones ante ETA. O sea: no hubo concesiones comparables a las de Aznar, quien calificó a los terroristas de “movimiento de liberación”, se hinchó a acercar presos, puso en libertad un buen número, les redujo las penas a otros (caso de De Juana Chaos) y dotó de abundantes fondos en concepto de restituciones a la misma ANV contra la que clama ahora el PP.Rajoy no ha negado estos antecedentes porque no puede; tampoco explica la razón de que antes sí y ahora no. Sólo ha capitalizado impúdicamente, con falsedades y silenciando sus propios actos, el miedo y la ignorancia. Contando, además, con que sabe bien que, de acceder a la presidencia del Gobierno, la decencia impedirá a Zapatero en la oposición comportarse como él. Ni siquiera con la que ha montado el PP se justificaría la incoherencia de devolverle la pelota.Rajoy soslaya que son las circunstancias, no el discurso, las que han cambiado. Se ha ido desde la remotísima esperanza, que él dinamitó por temor a que tuviera éxito, a la posibilidad cero de paz para el próximo decenio, por lo menos.Ahora se pone Rajoy de dirigente responsable al considerar al Gobierno debilitado. Pero, por si acaso, que nunca se sabe, Ángel Acebes sigue con la matraquilla. En lo que Francisco Alcaraz, su hombre entre las víctimas del terrorismo, anunciaba en Época que mantendrá la actitud de “rebeldía cívica”. Alcaraz, tras declamar las tesis del PP sin dejarse una atrás,dijo que el comunicado de fin del alto el fuego lo pactó el PSOE con ETA para que Zapatero obtenga rendimiento electoral. Y puntualizó: “Gracias a este gesto de ETA, Zapatero desarticula y desarma el discurso de la oposición política, de la sociedad española y de las víctimas del terrorismo contra el proceso de negociación”; “ETA necesita a Zapatero en La Moncloa”. De nota, oye.