Bienvenido Mr. Rajoy

Disculpa que las cosas ya no sean como antes. Los electores y los jueces echaron a media tropa de sus cuarteles de mando, así que no podemos ofrecerte lo mismo que en anteriores visitas. Pepa no puede mandarte las sillas del ayuntamiento capitalino a Mogán para el mitin, Jorge Rodríguez tampoco ha conseguido patrocinios europeos para pagar la música y los focos. Tenemos que conformarnos con cosas sencillas: hemos decidido hacer una comida en el Hotel Escuela Santa Brígida con los militantes que nos quedan, como el hotel pertenece a la consejería de Turismo, Rita pone los cubiertos y el papeo lo pagará alguien, que ahora están los jueces pidiendo factura. PP Manolo se ofreció a pagar el menú con unos miles de euros que llevaba en el bolsillo (este hombre siempre lleva calderilla por si se queda a dormir en ANFI), pero Carmen Guerra le dijo que no, que debía tener cuidado porque a lo mejor Rubalcaba mandaba a algún policía secreto a vigilar a los que se sentaran sobre de la silla.

En la capital no nos costó mucho organizar tu agenda. Una visita a la Confederación Canaria de Empresarios, otra visita a la Cámara de Comercio. No te pusimos ningún encuentro con los sindicatos porque todavía te estás recuperando del mal trago que pasaste en el congreso de UGT, cuando los sindicalistas cerraron los puños y se pusieron a cantarle a la famélica legión, qué miedo pasaste Mariano, lo vimos en las fotos de los periódicos. Aquí los parias de la tierra y los famélicos no necesitan que los sindicatos les canten, tenemos a un gobierno guardando los yogures para ellos en los bancos de alimentos y a Mercedes Roldós vigilando la fecha de caducidad de sus tarjetas sanitarias. Después de las visitas a los patrones daremos un paseo contigo por calle Triana, para poder sacar una foto tuya entre la gente sencilla. Sabes que esa callNe está llena de despachos de registradores de la propiedad, así podrás preguntar a tus colegas cómo les va la cosa.

Te acompañará en el paseo la tropa habitual de desocupados que cobran del presupuesto público. Hoy se cogieron el día libre para acudir a la procesión de Mariano, el domingo ya ensayaron con la procesión de la Burrita que hubo en la misma zona. Después del almuerzo tenemos el mayor problema, Mariano. Te quieres ir a Mogán para disfrutar de ese Paraíso del sur, de esa pequeña Venecia que dirige Francisco González desde la alcaldía. Pero algunos somos partidarios de organizar una visita a Telde. Estaría bien que te acercaras a la casa de los concejales que fueron detenidos por orden de López Aguilar en la operación Faycán. Sería bueno que te contaran, con las cámaras de Intereconomía y Popular TV como testigos, cómo vivieron aquella madrugada en la que llegaron unos helicópteros hasta los balcones de sus casas. Podríamos grabar tu imagen junto a los azulejos que se rompieron por las vibraciones de las aspas de los helicópteros. Podrías hacerte una foto con sus hijos, que desde aquel día no pueden probar la Nocilla porque la asocian al momento en el que los policías saltaron del helicóptero a la mesa de la cocina donde ellos disfrutaban de la crema de cacao. Los chiquillos tienen pesadillas con el vaso de Nocilla cayendo al suelo, los cristales rotos y la leche, el cacao, las avellanas y el azúcar esparcidos por el suelo de la cocina mientras la policía metía en el helicóptero a papá. Después de verte en TVE junto a Lorenzo Milá hablando de los helicópteros en Telde pensé que esta visita a la ciudad de los faycanes (perdón por el gentilicio) es imprescindible. Pero tu gente de confianza me dijo que no, que tú no quieres visitar a las familias traumatizadas por los helicópteros, que bastante tuviste con aquel aterrizaje forzoso que viviste con Esperanza Aguirre en Móstoles...

Juan García Luján