Bombay y la seguridad mundial

Después del desmembramiento de la URSS se pensó que todo iba a ser distinto. Pero el 11-S demostró la vulnerabilidad de occidente y los acontecimientos posteriores han dibujado un nuevo escenario mundial en que la seguridad ha pasado a ser concepto extraordinariamente complejo y ramificado. Las previsiones también fallaron. El ataque a Afganistán e Irak se concibió como la desarticulación del terrorismo de origen islamista y además como un elemento de clarificación y neutralización del conflicto palestino-israelí. Nada de eso ha ocurrido.

La guerra de Afganistán ?es un conflicto abierto- y la invasión de Irak lejos de aumentar la seguridad en el mundo han aumentado la vulnerabilidad de occidente por razones distintas. Afganistán es un conflicto inacabado en una región con componentes estratégicos por el efecto de contaminación hacia Pakistán que es una potencia nuclear con un grado de inestabilidad interna muy preocupante. Mientras

El conflicto latente de Pakistán con la India, que también es potencia nuclear además de ser una de las más sólidas economías emergentes, es otro factor de preocupación en unas latitudes en donde están entrecruzadas las mayores reservas y las conducciones energéticas más importantes del mundo en el vasto territorio que va desde Rusia hasta la India y desde Arabia a China.

Los atentados de Bombay están permitiendo escenificar la vulnerabilidad de la seguridad mundial amenazada por ataques de guerrillas que tienen una estratificación de red en donde las bases de esos atacantes tienen refugios concretos. Pero las repercusiones pueden tener carácter exponencial si no hay una acción concertada y global que estime la seguridad de las amenazas de esta naturaleza en cualquier lugar del mundo. Lo ocurrido en Bombay es una demostración de que todos estamos amenazados.

*Carlos Carnicero es periodista y analista político, en elplural.eselplural.es Carlos Carnicero*