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El Castillo de Montjuic

Enrique Torres Curbelo

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Las paredes del antiguo Castillo de Montjuic en Barcelona, guardan verdaderas atrocidades ocurridas en nuestro país. Posiblemente entre lo cierto y lo que se haya podido exagerar está el equilibrio de la verdad, aunque nadie duda de los asesinatos y de algunas atrocidades cometidas. Una parte importante de esa violencia, se produce en los finales del siglo XIX y en el siglo XX, en los años anteriores a la guerra civil y algunos años de posguerra. La intención del artículo, es recordar esos años con el objetivo de que esas atrocidades que forman parte de nuestra historia negra, sirvan para llegar al entendimiento y la concordia, entre los distintos pueblos que conforman nuestra Nación.

Crímenes de finales del siglo XIX

El 24 de septiembre de 1892, el anarquista Paulino Pallás provoca un atentado con dinamita en Barcelona, contra el General Martínez Campo, en protesta y repulsa de los hechos ocurridos en Jerez de la Frontera, por la ejecución de cuatro agitadores, presuntamente anarquistas. Poco tiempo después, el 8 de noviembre de 1892, y ejecutado Pallás, Santiago Salvador, arroja una bomba en el patio de butacas en el teatro del Liceo de Barcelona, murieron 20 personas. A consecuencia de ello la policía realiza una gran batida, yendo a parar al Castillo de Montjuic, muchos comprometidos con el movimiento y parte del pueblo, produciéndose la condena y ejecución de seis anarquistas. Se cuenta, se confesaron culpables por torturas, también se habló que habían encontrado al culpable; pero que ejecutaron a todos los que no habían tenido nada que ver en los asesinatos.

El siete de junio de 1896 estallan dos bombas en Barcelona, conocido como el “atentado de la Procesión del Corpus de la iglesia de Santa María”, morían por un explosivo-bomba, 13 personas inocentes y se habla de más de 70 heridos, algunos de gravedad.

La situación de España era caótica, y el pueblo cansado de tantas calamidades pasa a la acción presionando al Gobierno, con movilizaciones y huelgas. La muerte de tantas personas inocentes, y la cantidad de heridos, provocó en la sociedad española un clima de repulsa y condena del atentado. El Gobierno actuó con gran contundencia, se realizan multitud de detenciones en círculos anarquistas de Barcelona, y se meten en prisión unas 400 personas; la policía los calificó como activistas del atentado. La fortaleza, en el Castillo de Montjuic, aplicando métodos coercitivos y torturas según los familiares, llega a la cifra de 70 culpables. El Proceso Judicial Militar se dice que contó lo que quiso, había sido una interpretación magistral de una obra teatral según algunos. Se dijo que se cometieron irregularidades, practicadas a los detenidos para conseguir su inculpación. Aunque nunca se pudieron demostrar esas supuestas torturas. En toda Europa, los movimientos de izquierda, trataron de airear esas actuaciones, de la policía y del Gobierno. Anarquistas europeos entre otros, Charles Malato y Luis Bonafoux, aseguraban, que fue otra persona distinta el responsable del atentado, y que el Tribunal inculpó. Parece ser, que había sido un anarquista francés el que realizó el atentado, dándose el nombre de Girault. La realidad de lo sucedido es que de los 87 llevados a juicio, el Consejo Supremo de Guerra y Marina, el 28 de abril de 1897, fija la sentencia de cinco condenados a la pena capital, y unas veinte cadenas perpetuas. La ejecución fue casi de inmediato.

El Castillo de Montjuic a finales del siglo XIX, albergó a las víctimas de la represión político social de la lucha obrera, en tal siniestro lugar, maldecidos por los anarquistas. Fueron encarcelados y torturados, los obreros involucrados en la ola de violencia de la década de los años 1890. Se decía que se golpeaba a los presos con látigos, impidiéndoles dormir para agotarlos, trotar horas y horas para caer desplomados, impedirles beber agua y teniendo que consumir sus propios orines, etcétera, etcétera. Verdaderas atrocidades que perseguían una confesión de culpabilidad. Se comentaba, que un anarquista italiano, acabo con la vida de Cánovas del Castillo, como represalia a todos esos crimines.

La realidad de todas las atrocidades, es que la violencia solo acarrea violencia, venga de donde venga y la haga quien la haga. Pero el famoso castillo pasado los siglos, se mantiene en pie para recordarnos entre otras cosas, que no se puede olvidar todo lo que padecieron algunos culpables, y otros inocentes, detrás de esas paredes.

Otros crímenes a principios del siglo XX

En 1989 España pierde su poderío colonial y comienza en 1902, el reinado de Alfonso XIII. En las bodas reales celebradas en 1906, el anarquista Mateo Morral arroja una bomba sin conseguir su propósito, terminando con su vida suicidándose.

En el otoño de 1911 la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) celebra su primer Congreso en Barcelona. Inmediatamente después de ese acontecimiento, se dan dos sucesos graves, de una parte, la huelga de la metalurgia en Bilbao y de otra, el que se hizo general la huelga en todo el territorio español.

En 1912, un juez se enfrenta a la violencia popular y resulta linchado. A consecuencia de ello siete personas son condenadas a la pena capital.

En octubre de 1911, un juez de Barcelona declara ilegal a la CNT. No volverá a la actividad hasta el año 1914 en que estalla la Primera Guerra Mundial, y la CNT hace campaña en contra de la guerra europea. El Estado se declara neutral, al hallarse dividido entre francófilos y germanófilos. A Inglaterra y a Francia, le interesaba la neutralidad de España y que las empresas españolas se convirtieran en proveedores. Nuestra burguesía estaba encantada con un horizonte de negocios espectacular (fabricantes, navieros, minerías, etcétera). Todo ello produce una fuerte emigración hacia Cataluña del resto del país.

En septiembre de 1912, se produce la huelga de ferrocarriles, militarizando Canaleja a los huelguistas, teniendo que prestar el servicio militar como soldados.

El 12 de noviembre de 1912, Canaleja es asesinado en la Puerta del Sol de Madrid, el asesino se suicida en el acto. Posteriormente se producen revueltas, huelgas, terminando demasiada gente en la cárcel.

En el año 1916 se llega a un pacto entre la CNT y el partido socialista para luchar contra la situación económica y social de la clase obrera, adoptándose como primera medida, acciones y revueltas callejeras, impactante fue la convocatoria de una huelga general celebrada el 12 de agosto de 2017. Los soldados pasan a pegar tiros en las calles de Barcelona contra a los manifestantes. Lo ocurrido lleva a Largo Caballero y Besteiro a la cárcel, recobrando la libertad al siguiente año a causa de las Elecciones Legislativas.

Pienso que a esta altura del artículo, ya disponen los lectores de suficientes apuntes y datos para hacerse una idea de la situación convulsiva del país, la falta de dialogo, de solidaridad de las autoridades del Gobierno. La falta de alimentos, de trabajo, las torturas en las cárceles. Observar como la burguesía, los grandes capitalistas, se hacían muy ricos con los negocios de la Guerra Mundial, y que creó un gran clima de crispación en la sociedad, dada la gran desigualdad entre pobres y ricos. La guinda del pastel la puso Alfonso XIII huyendo de su país como un conejo asustado y dejando a los españoles abandonados a su suerte.

El famoso Castillo de Monttjuic conoció muchas atrocidades en el interior de sus paredes. Hay que recordar que los del frente populista lo convirtieron en una verdadera cárcel, y lugar de fusilamientos a los simpatizantes de la causa nacional, haciéndose famoso el “Foso de la Santa Elena”, donde se asesinó a militares, curas, conservadores, falangistas, requetés y gente considerada de derechas. Pero durante la represión franquista fueron ejecutadas más de 4.000 personas, presos republicanos, catalanistas, etcétera. Allí murrio el que fuera Presidente de la Generalidad de Cataluña, Lluis Companys, el 15 de octubre de 1940. La intransigencia de unos y otros, creo un clima de violencia y asesinatos, en ese periodo de la historia.

Un Castillo entregado a la ciudad de Barcelona en mayo de 1960, convertido en museo, nacía como castillo en 1779, cuando finalizan las obras de su actual construcción.

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