El Consorcio como laboratorio

Desconozco todos los detalles de la gestión de Fernández frente al Consorcio del sur. Sabemos que PP Manolo Soria mandó a Rita Martín a incordiarlo desde el primer día de su nombramiento. Se podría decir que PP Manolo y José Fernández se conocen de atrás. Cuando Fernández era Director General de Costas del gobierno español nuestro PP Manolo era presidente del cabildo, y desde la corporación grancanaria amenazó a Fernández con boicotear un proyecto de Costas si lo ejecutaba un empresario enemigo suyo. Pretendía PP Manolo que Fernández metiera mano en el concurso para evitar que lo ganara un señor malo malísimo, tan malo que nunca lo invitaba a pescar. Parece que Fernández no se dejó mangonear en aquella ocasión y PP Manolo le puso cruz y raya. Este dato junto al miedo de nuestro vicepresidente a que el consorcio mostrara sus primeros avances antes de las elecciones, que comenzara a cambiar la cara del sur, y que fuese rentabilizado electoralmente por el PSOE y Nueva Canarias, estos miedos llevaron a Soria a boicotear el consorcio desde el primer minuto.

Lo que parece más complicado de explicar es la actitud del ayuntamiento de San Bartolomé de Tirijana. Quizá la rueda de prensa de hoy la deberían dar Mari Pino Torres(NC), Conchi Narváez (PSOE) y Marco Aurelio Pérez (por ahora, Agrupación de Vecinos). El grupo de gobierno impugnó el presupuesto del Consorcio porque decían que no habían puesto bien el nombre del organismo. La ejecución de diez millones de euros paralizada por una cuestión burocrática. Pero era una excusa. Querían la cabeza de José Fernández. Hasta en cuatro ocasiones se le preguntó en martes a Román Rodríguez en 59 segundos las razones de esa maniobra de Nueva Canarias, el PP y Marco Aurelio para echar a Fernández. No dio ningún argumento. Quizá ya tenía pactado con José Miguel Pérez la dimisión de Fernández, apenas unos días después de que el PSOE mostrara su apoyo al gerente del Consorcio del sur.

Esta destitución disfrazada de dimisión es la segunda victoria en un año de Nueva Canarias frente al PSOE. Rodríguez ya echó un pulso a José Miguel Pérez en La Caja, y lo ganó. Ahora en el Consorcio lo volvió a ganar. En ambos casos siempre aparece el primo de zumosol a empujar, es más alto, tiene bigotes y, según un concejal del PP de Santa Cruz de Tenerife, preside el PP de forma fascista. Es curioso que en las dos ocasiones el primo Soriasol ayuda a Román Rodríguez sin aparecer en el centro del escenario. En estas componendas entre NC y el PP, siempre da la cara la parte inteligente del Partido: Pepa Luzardo para la Caja y Rita Martín en el conflicto de Consorcio del sur.

En San Bartolomé de Tirajana Nueva Canarias y el PSOE comenzaron el actual mandato poniéndose zancadillas desde el mismo día de la firma del pacto municipal. La ciudad que debía ser el motor de la isla, se ha convertido en un esperpento con un tripartito en el gobierno formado por los mismos que en las últimas dos décadas han estado pactando y censurándose, y una oposición formada por el Toribio solitario del PP y el concejal Pacuco en libertad provisional. Este es el ayuntamiento que pretende dar lecciones de diligencia y eficacia al Consorcio del sur.

José Fernández no es imprescindible y seguramente habrá cometido errores. Pero las causas de su marcha tienen toda la pinta de responder a unas maniobras orquestales en la oscuridad, a causas ajenas a su gestión. Con el exalcalde Marco Aurelio Pérez enchufado en el cabildo, dejándose querer por Román y su primo Soriasol, que se pelean por ficharlo, con la golosina de gestionar 10 millones de euros en plena época de recortes, con un presidente del cabildo que disputa el espacio electoral al vicepresidente?Con todos estos ingredientes, la última alianza entre Nueva Canarias y el PP contra José Miguel Pérez la anoto en la libreta de estrategias del nacionalismo alternativo. Han covertido el Consorcio del sur en un laboratorio electoral. Después de las próximas elecciones les prometo abrir esa libreta para demostrar que lo que va a pasar tiene que ver con lo que está pasando.

Juan García Luján