Energías eternas y limpias en Canarias

En Canarias tenemos el presente y el futuro de las energías limpias, renovables y eternas, como son el sol y el viento (y también la mareomotriz, obtenida por el oleaje marino), producto de la agraciada situación geográfica que ocupamos en el planeta. Esta dádiva de la naturaleza ha sido desaprovechada y menospreciada, haciendo autismo por las distintas Administraciones precedentes y la actual, de esta riqueza natural. Bien sabemos que los motores de combustión no funcionan con esta energía actualmente, tendiéndose al urgente cambio como se demuestra en la locomoción automovilística.

Dichas energías renovables, muy sanas para la vida y el medio ambiente de todos los seres vivos que ocupan y desarrollan sus vidas en el archipiélago, son de extrema ridiculez el pírrico 7% de aprovechamiento en nuestras islas. El futuro energético de Canarias deriva hacia la construcción de parques eólicos, bien en los adentros de las orillas marinas o en zonas terrestres; y en la placas solares. Esta riqueza energética depende del rendimiento que le saquemos a dichas fuentes renovables, porque sabedores somos de las ínfimas existencias del oro negro en el globo y sus extracciones son cada vez más difíciles; agotamiento de las bolsas petrolíferas; y porque la demanda aumenta en un 2% anual, por lo que encarece el producto.

En cuanto a la energía solar, de la cual sí somos muy afortunados en Canarias, con más de “1.000 días” al año del luciente astro rey. Mas la política del Gobierno Canario debe incidir en incrementar los apoyos económicos directos a cada uno de los hogares y empresas en la inversión de placas solares termales o de instalaciones fotovoltaicas en otros lugares, para que este aprovechamiento natural no sea una dolosa carga, sobre todo para los hogares. Sol que nos regala 4.000 millones de energía, más de la que necesitamos para surtirnos en nuestra efímera existencia.

Saturada está Canarias de sol, viento y mar para encontrar el preciado consumo energético que nos abastezca. Es un esperpento que ocupemos el último lugar en promedio de toda Europa. En Centroeuropa se aprovecha mucho más que en Canarias. Un magno ejemplo es Alemania que cuenta con más de 100.000 instalaciones de sistemas solares, tanto de térmica como de fotovoltaica, ocupando 10 millones de metros cuadrados. País digno por su estoicismo, que exprime de donde mínimamente hay energía, con un constante cielo plomizo y lluvias a raudales durante casi los 365 días del año.

Canarias no puede ni debe vivir a expensas de las energías fósiles, por la simple y pura razón que la dependencia de los combustibles fósiles nos puedan quemar nuestra minúscula industria. La riqueza energética de Canarias será la regalada por la mater natura. Y esta preciosa perla, además de abastecernos es exportable, creándose otro negocio: inversiones en energías limpias, de futuro y en absoluto equilibrio con el medio ambiente. Y a tener presente: las instalaciones energéticas renovables generarán a la par centenares de puestos de trabajos.

Teo Mesa