Obama y los límites salariales

Esta decisión es un hito en la política de liberalización de los abanicos salariales que había establecido la ausencia de límites entre los mayores y los menores ingresos dentro de las mismas empresas y sólo se podrá aplicar a aquellas que hayan recibido fondos públicos.

En la tradición socialdemócrata, los límites de retribución por concepto salarial se imponían por vía indirecta a través de impuestos fiscales a los ingresos salariales y de retribuciones por trabajo que poco a poco ha ido desapareciendo al calor de la doctrina neoliberal de que bajar los impuestos en todos los casos, y sobre todo a las rentas altas, era un factor de crecimiento económico que se suponía iba a mejorar a la economía en su conjunto.

Poco a poco, los topes de progresividad impositiva hacían de hecho que las diferencias por retribución fueran abismales. Se dan casos tan llamativos como los de España, en donde el presidente del BBVA, Francisco González, el año pasado ganó en concepto de retribución por su cargo en el banco más de diez millones de euros, lo que al cambio en pesetas se sitúa en el entorno de los dieciocho mil millones de las antiguas pesetas.

Uno de los factores que sin duda pasará a discutirse en los próximos meses es la necesidad de poner coto a las enormes desigualdades salariales que existen en la sociedad actual. Y el argumento de que las empresas privadas pueden hacer lo que quieran con sus economías se pondrá en cuestión al considerar que no es un mero problema contable ?saber si pueden pagar esos salarios desorbitados en función de la labor de esos ejecutivos- sino una referencia ética en una sociedad que no puede ser tan desigual y que precisamente recibe siempre mensajes de prudencia y mesura salarial de las personas privilegiadas que jamás se aplican a sí mismos esos consejos.

* Periodista, analista político y columnista de elplural.com

* Periodista, analista político y columnista de elplural.com

Carlos Carnicero*