Las Palmas busca cortar su mala racha ante un Celta en la cuerda floja
Espacio de opinión de Canarias Ahora
Hay quienes al parecer se empeñan en que Telde no pueda poner todas sus energías en salir de la situación en que otros la han dejado; quienes a la vista está no han digerido aún y en condiciones de asimilarlo por mucho tiempo, que el resultado electoral del pasado mes de mayo fue el que fue, maniobrando para ello a diestra y siniestro, el que les adelanto vano y estéril intento de cambiar la poderosa voluntad de las urnas.
Hay quien intenta una y mil veces usar la provocación, la descalificación personal, la intoxicación gratuita y el enredo sistemático para herir a honradas personas, dignos ciudadanos y excelentes militantes demócratas que, cada uno en su faceta, trabajan día a día para hacer de Telde la ciudad que nunca debió dejar de ser.
Hubo un tiempo en que quisimos entender que no tenía sentido dar crédito o ni siquiera ceder un minuto de nuestro tiempo a quienes desde una atalaya de rencor o mediante unas líneas de frustración, atentaban contra la sana armonía de esta ciudad y su más mínimas reglas de social y democrática convivencia.
Nos equivocamos entonces, porque las tormentas de ayer sólo sirvieron para traer un ciclo que empezó siendo gris y después ha dejado negros nubarrones y tempestades en el horizonte de nuestra ciudad. El resto son los lodos ya tristemente conocidos.
Se han intentado tender puentes, establecer parámetros que, pese a las diferencias, permitieran dar paso a un tiempo nuevo, conscientes de que Telde necesita la convocatoria y el esfuerzo de todos y todas para salir adelante. Pero algunos no entienden de asumir responsabilidades, de hacer borrón y cuenta nueva, de estar a la altura de los retos e incluso compensar sus co-autorías morales.
Por eso ha llegado el momento de cerrar filas, unir voluntades inequívocas, aparcar las diferencias de matiz y hasta incluso sumar en la convocatoria hasta la más mínima y reciente de las disidencias, porque la tarea ahora es salir en defensa de los valores democráticos, cimentar una unidad de acción que no deje lugar a dudas quienes somos la mayoría social, para desde ahí no dar más espacio a la marginal sinrazón que intenta de nuevo poner las bases de la crispación entre teldenses.
No tiene disculpa alguna aquel o aquellos que, parapetados tras un derecho que denigran con su mal uso, conculcan las esencias más profundas de una sociedad que quiere vivir sin sobresaltos y en un escenario de cordura. No va a tener amparo ni más silencios por respuesta quien atenta contra esta sociedad en su conjunto sin más límite que su inconsciencia, su falta de ética y dudosa educación.
Unas instituciones que condenan y sensibilizan a la ciudadanía para combatir toda forma de violencia, toda expresión de maltrato, todo atisbo de acoso, todo atentado a la democracia, no puede pasar más por alto prácticas que hace mucho tiempo que debieron estar sujetas a todo el peso de la ley. Esa ley que ahora va a encontrar en la institución que presido herramientas e instrumentos colaboradores suficientes para que no se vulnere más impunemente.
No es de recibo que la institución que representa a todos los teldenses, sus órganos de gobierno, sus concejales delegados, sus trabajadores y cientos de honrados ciudadanos y profesionales de esta ciudad sigan siendo descalificados gratuita e injustificadamente, sin que medie una respuesta firme, legal y contundente.
He de confesar que hubiera querido que fuera otra la forma de poner fin a estos actos, que hubiera querido que aquellos que tenían en su mano poner coto o freno a tanto desvarío cumplieran con su responsabilidad; que escojo a conciencia el camino más difícil pero también el que por principios morales y éticos creo que es mi deber en defensa de los ciudadanos de bien de esta ciudad. Se acabó la impunidad.
*Alcalde de Telde
Aureliano Francisco Santiago Castellano*
Sobre este blog
Espacio de opinión de Canarias Ahora
Sobre este blog
Espacio de opinión de Canarias Ahora
Buscar post
0