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La UD y su verde segundo equipaje

Once del Club Victoria en la década de 1930

Rafael González Morera

Vaya por delante que no tengo nada contra la Guardia Civil en los tiempos actuales –otra cosa fue cuando el franquismo-  al contrario, tengo buenas referencias de la Unidad Central Operativa (UCO) y del Equipo contra el Crimen Organizado (ECO), que tanto han hecho para luchar contra la corrupción política en España, el narcotráfico, el blanqueo de capitales, etc. Pero no me ha parecido un acierto que el segundo equipaje de la Unión Deportiva Las Palmas sea esta temporada el verde militar de la Guardia Civil, dejando en el olvido a los colores del Club Victoria, Marino, Gran Canaria, Arenas Club y Atlétic Club.

Reconozco mi partidismo victorista al citar primero a mi querido club del Puerto de La Luz, fundado por Pepe Gonçalves inicialmente con el nombre de Sporting Club Victoria allá por el año 1910, aunque hay algunos historiadores deportivos que fijan la fecha de 1907 cómo la de la verdadera fundación. Es difícil de precisar, porque en sus primeros tiempos incluso se denominó Nautilus, y los jóvenes componentes del equipo se reunían en los zaguanes de las casas de sus padres porque no tenían ni local social. Mis abuelos Pepe y Andrés eran amigos de Pepe Gonçalves y me contaban que la primera sociedad “estable” fue en la calle Pescadería, hoy López Socas, en donde estuvieron desde 1910 a 1912, fecha en la que se trasladaron a la calle La Naval, en la trasera del actual Hotel Imperial Playa, para luego estar un año y pico en otro local de la calle Tenerife esquina a Sagasta, para pasar al poco tiempo a otro lugar de la calle La Naval esquina a Las Canteras.

En aquellos tiempos proliferaban los pequeños clubes de amigos, como El Tulipán, que tenía su sede en la calle Tenerife al lado de la casa del maestro don Marcos, y del que era miembro mi suegro, Antonio Pérez Montenegro, Pacuco Jorge, Celo González, Perico Parrilla y otros. Mis abuelos por entonces eran correligionarios de la Casa del Pueblo, calle de Princesa Guayarmina arriba en la profunda Isleta, al lado del Cine Victoria.

En 1939 recién terminada la Guerra Civil española el Club Victoria adquiere por primera vez en propiedad un local en la calle Juan Rejón frente al Castillo de La Luz en donde se mantiene hasta 1949, que pasa a compartir con el Marítimo en la calle Sagasta unos nuevos locales, hasta que el 28 de diciembre de 1954 se inaugura el actual edificio del Paseo de Las Canteras, terminando por fin el nomadismo y cambios constantes de sedes sociales del club porteño. El nombre del Victoria proviene de la iniciativa de Pepe Gonçalves, que estudió en su juventud en Newcastle, y decidió ponérselo en honor de la reina Victoria de Inglaterra y adoptar los colores del conjunto inglés de esa ciudad.

En 1994 coincidiendo con el centenario del nacimiento de Gonçálves se produjo el hermanamiento del Club Victoria y el Newcastle Football Club. Son muchos los campeonatos de Liga Provincial y Liguilla Interregional conseguidos por el Victoria, pero mis abuelos me hablaban con orgullo del primer partido que jugó en Tenerife en 1912, frente al Sporting de aquella isla, luego Tenerife Club Deportivo, y que ganó por 0-1, con gol conseguido por Gonçalves de cabeza a poco del final, formándose una gran tarascada, y los jugadores victoristas tuvieron que ser escoltados por la fuerza pública hasta el Correillo que los traería al hasta hacia pocos años inaugurado Puerto de La Luz.

En 1937 se construyó el campo Pepe Gonçalves, instalado en la entrada del muelle actual, Por esa época los jugadores del Victoria eran conocidos como los “carboneros”, porque muchos de ellos trabajaban en el muelle suministrando a los barcos mayormente ingleses que recalaban en el Puerto de La Luz. Por cierto, trabajan un turno y luego iban a entrenar, y a veces ni siquiera tenían tiempo para entrenar, sino jugar los domingos. El 5 de febrero de 1923, siendo presidente Claudio de la Torre, el Rey Alfonso XIII otorgó el título de Real al club, de lo cual mis dos abuelos, republicanos de toda la vida, no estuvieron nada orgullosos. Ni yo tampoco actualmente. En 1925 el Victoria fue el primer equipo del fútbol canario que se desplazó a la Península para disputar diversos partidos contra el Valencia, Castellón, Zaragoza, Madrid, Barcelona y Español, y tras esa gira Padrón El sueco y Oramas ficharon por los periquitos y Armas en el Europa. Más tarde, Padrón El sueco , primo de mi padre, sería el primer jugador canario internacional.

Me da la impresión que me he extendido con el Victoria, pero ya les decía que soy partidista y eso me viene de familia, pero tengo que reconocer una cosa, que el Marino se fundó unos años antes que el club porteño, concretamente el 12 de mayo de 1905 por Eusebio Santana Torres y otros amigos del barrio de Triana y Vegueta, y sus colores azul y blanco lo vistieron más tarde jugadores de gran relieve como Luis Molowny, Paco Campos, Miguel Cabrera. Pero los más antiguos y competían con el Victoria, Gran Canaria, Arenas, Athletic, fueron Eliseo Ojeda, Matías Miranda, Pedro Curbelo, José Cabrera, Miguel Rosa, y uno destacadísimo en los años 20 fue Juan Trujillo “Hiche, el cañonero de Arenales” que tenía un chut terrible. Todos estos empezaron a jugar en el “teso” de los ingleses, aledaño al hotel Metropol. Su primer local social fue la propia carpintería de Eusebio Santana, maestro de ribera, y al final de la calle Cebrián se reunían al menos una vez a la semana y para cambiarse los días de partido. Fue el segundo equipo de Canarias en cuanto a títulos, el primero fue el Victoria, pero el Marino nunca llegó a jugar la promoción de descenso a Segunda Regional, como si tuvo que hacerlo en tres ocasiones el equipo porteño, aunque consiguió mantener la permanencia de la máxima categoría del fútbol de Gran Canaria.

Pero una de las grandes conquistas del Marino frente al Victoria en Copa Lucana en 1922 primero en la semifinal (2-1), y luego en la finalísima frente al Gran Canaria, disputada en el Campo de España lleno a reventar, ganando los marinistas en esa ocasión por 3-2 a los “brillantinas” del equipo blanco en un partidazo que sería recordado muchos años. Hablando del Gran Canaria, considerado el “tercer” equipo en discordia tras el Victoria y el Marino, recordemos que fue fundado en 1911, y que inicialmente se denominó Tristany, y dicen algunos historiadores que a mediados de 1914 pasó a denominarse Gran Canaria, constituyéndose en uno de los gallitos del fútbol en la isla redonda, proclamándose campeón en 1919 por primera vez. Sus jugadores más populares fueron Manolo Valle, Pepe Fernández, Juan Zabaleta, Adolfo Miranda, Pepe Rivero, Alfredo Rivas, entre otros. En 1931 por primera vez desciende a Segunda Regional al perder la promoción con el Argentino, club que pasa a competir con el Victoria, Marino, Arenas Club y Athletic Club esa temporada.

Del Arenas Club y Atletic Club decir que fueron siempre los “segundones” de la Primera Categoría del fútbol grancanario, y en ocasiones perdieron también la misma a manos del Porteño, Hespérides y Argentino. Hay que recordar en el Atletic Club empezó llamándose Santa Catalina, y tenía de sobrenombre “los leones del Puerto”, jugando en sus filas Oramas, que más tarde se fue al Español de Barcelona cuando militó cedido en el Victoria, con Pepe Padrón El sueco que también fichó por los periquitos.

Podríamos decir, con permiso de historiadores, que el Atletic Club era normalmente el cuarto equipo en discordia, tras Victoria, Marino, y Gran Canaria, pero con temporadas brillantes y en las que daba muchas sorpresas. Por su parte el Arenas, representante de la zona de Fincas Unidas, siempre estuvo rondando el quinto puesto en la clasificación del fútbol en Gran Canaria, y nunca jugó la Liga Interregional con Tenerife, pero tiene en su haber el haberle ganado al Marino en un partidazo celebrado el 16 de septiembre de 1945 por 1-0, con golazo de Oramas, derrota que le costó posteriormente el campeonato al Marino. Pero al ser fundadores el Arenas y el Athletic, y pese a que no tenían tanto poderío como los otros tres de más renombre, tienen tanto derecho a que sus respectivos equipajes también sean sustitutos del amarillo de Las Palmas cuando sea necesario cambiar por coincidencia con el rival, como lo será frente al Cádiz en el trofeo Ramón de Carranza y en el partido de Liga del próximo campeonato de Segunda División (¡qué pena!), pero esta vez la UD vestirá de verde militar.

Lo dicho, nada contra la Guardia Civil, y mucho menos con la Unidad Central Operativa (UCO) y con admiración al Equipo contra el Crimen Organizado (ECO), pero me sorprendió muchísimo esta decisión de Miguel Ángel Ramírez de dejar a un lado los equipajes de los equipos fundadores de la Unión Deportiva como segunda vestimenta. Mi firme protesta por ignorar al Victoria y al Marino, y por supuesto al Gran Canaria, Atletic Club y Arenas Club (en plan demócrata protestón y tal), pero seguiré siendo victorista y amarillo de la UD hasta la muerte.

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