El pequeño detalle y las elecciones

“Cuando termine este año 2014 calculo que habrá 7 u 8.000 parados menos que ahora”. Esta frase la dijo el alcalde Cardona en Radio Faycán el pasado 11 de febrero, en una entrevista en el programa “Antena abierta”, de David Hatchuell.

El alcalde se refería al número de parados registrados en el Servicio Canario de Empleo (SCE) en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, que a 31 de enero de este año era de 53.749 personas.

A 31 de julio (seis meses después de la frase arriba citada), el número de parados registrados en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria es de 51.570 personas. El descenso ha sido de 2.179 personas. De seguir la cosa así, el descenso del número de parados en la ciudad llegará a 4.000 personas a final de año, como mucho a 4.500 personas, muy lejos de las previsiones del alcalde Cardona.

Además de la evidencia de que el alcalde Cardona no se ganaría la vida como futurólogo, tengo la sospecha de que confunde, interesadamente, la reducción de los parados registrados en el SCE con la creación de empleo real. Que disminuya el número de parados registrados no implica que se cree empleo real. Vaya como ejemplo el dato del paro registrado en julio en Canarias, que disminuyó en 1.631 personas, y el número de empleados, cotizantes a la Seguridad Social, en vez de aumentar, también disminuyó en 561 personas.

Esa confusión intencionada es la que produce el concejal de Empleo, Jaime Romero, en unas declaraciones del pasado mes de julio, en las que no solo dio el número de trabajadores de baja en el registro del paro como empleos creados en la ciudad, sino que, en el colmo de la desfachatez, se apunta la medalla del supuesto éxito (de la creación de empleo), que se debía “a las reformas estructurales adoptadas a nivel nacional, junto con la estrategia de promoción económica del Ayuntamiento”.

La realidad es, por desgracia, muy otra. Entre febrero y julio de este año, el número de trabajadores dados de alta en la Seguridad Social en toda Canarias ha aumentado solamente en 970. Esta cifra deja en evidencia la de la bajada del paro registrado en la ciudad. Las personas que se dan de baja en el registro del paro no tienen nada que ver con las que se dan de alta en la Seguridad Social y, por consiguiente, encuentran empleo.

A 31 de julio pasado había casi 4.000 trabajadores menos cotizantes a la Seguridad Social en Canarias y 5.600 parados registrados menos que en diciembre de 2013. El empleo empeora aunque baje el paro. O sea que “a peor la mejoría”.

La Encuesta de Población Activa (EPA) a 30 de junio – único sistema homologado en la Unión Europea para el control de los parados – dice que hay en España 5.622.900 parados. Esto es, 350.000 más que cuando el PP llegó al gobierno y, algo muy importante, 454.000 ocupados menos, lo que significa que se han destruido esos puestos de trabajo.

El Partido Popular tiene un grave problema, a la vista de las elecciones locales y autonómicas de mayo de 2015 y de las generales para finales del mismo año. El descenso de la intención de voto desde las generales del 2011 (44%) hasta los resultados de las encuestas de hoy (32%), y el mismo o mayor desgaste en las municipales y locales próximas, no puede ser contrarrestado con hechos y va a llegar a ambas fechas con un número insufrible de parados. De ahí su continua cantinela sobre la recuperación, que solo ven ellos.

Pero es que el número de parados, siendo el mayor problema, no es el único. Lo que subyace en las encuestas es, además, el de 1.834.000 hogares que tienen a todos sus miembros activos en paro. El más de un millón de hogares en los que alguien trabaja pero sus ingresos no cubren las necesidades básicas y tienen que comer en Cáritas, para poder pagar el alquiler, la luz y el agua.

La reducción en 2012 en un 15% de la cuantía de las prestaciones económicas por cuidados en el entorno familiar de los dependientes. El que la tasa de pobreza infantil llegue en España al 29,9% solo superada por Rumanía. El que sea España – según la OCDE – el país donde más han aumentado las desigualdades sociales.

La reforma laboral del 2012, que ha traído la reducción salarial de una gran parte de los trabajadores que, en estos años, ha visto bajar sus ingresos en más de un 10%. La congelación del salario mínimo interprofesional y su aplicación a los trabajadores que no renueven sus convenios colectivos. Y un larguísimo etcétera.

Estos factores no puede solucionarlos el PP antes de las elecciones del 2015. Por eso, cuando el alcalde Cardona muestra su ilusión por repetir como candidato en mayo de 2015 y espera que los ciudadanos “sepan reconocer el trabajo realizado”, no tiene en cuenta que el principal problema de la ciudad no es el de sus calles, sus aparcamientos, sus aceras, etc., sino el de sus ciudadanos. Este pequeño detalle es importante.