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La izquierda y el procés

Eduardo González de Molina Navarro

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La izquierda europea no ha tenido nunca una tradición nacionalista. El nacionalismo ha sido monopolio de los partidos de derechas y de extrema derecha, baste recordar que el partido de Hitler se llamaba nacionalsocialista, y Franco utilizó al nacionalismo español, en lo que se llamó el nacional catolicismo, en su gobierno dictatorial. Incluso el nacionalismo ha sido un movimiento que a finales del siglo XIX y del XX fue una herramienta en contra del naciente movimiento obrero, sus partidos y sindicatos. Por tanto, nunca el nacionalismo en Europa se consideró parte del corpus doctrinal de la izquierda. La izquierda desde su nacimiento se ha considerado internacionalista, “obreros del mundo uníos”.

En España ha habido una excepción y son los partidos sedicentes de izquierdas que actúan en una sola comunidad y que tienen un marchamo nacionalista, ERC, CUP, BNG o Bildu y ahora en Canarias, Nueva Canaria. Lo normal es que haya partidos de la derecha, Convergencia, PNV o Coalición Canaria. Otra cosa es la especificidad de los partidos de la izquierda en el ámbito español que en las comunidades de Cataluña y el País Vasco tiene organizaciones que, aunque hermanados, son partidos con autonomía de funcionamiento y son y han sido más catalanistas que nacionalistas catalanistas. Este iba a ser el caso de Podemos en Cataluña con Los Comunes.

Pero en cambio, sí sabemos que cuando un partido político se reclama nacionalista de izquierdas, y estos dos términos entran en contradicción, esta se resuelve siempre a favor del nacionalismo y no de la izquierda. Se podría poner muchos ejemplos, véase el caso de ERC, amparando la política neoliberal de Convergencia y mirando para otro lado por los casos de corrupción, y atendiendo a un caso más cercano en Canarias la posición de Nueva Canaria en su voto afirmativo a los presupuestos del PP. Primó el sacar alguna ventaja económica? para Canarias, para el territorio más que para las personas, a cambio de apoyar unos presupuestos del PP antisociales que perjudicaban al conjunto de los trabadores españoles incluidos los canarios Y digo esto prefiriendo, desde una óptica de izquierdas, a Nueva Canaria que a Coalición Canaria. Nueva Canaria podrá en el futuro formar parte de un gobierno de fuerzas de izquierdas y progreso en Canarias.

Otro rasgo que caracteriza a la izquierda europea, especialmente a la socialdemocracia, y desde la caída del muro de Berlín a las otras izquierdas, comunistas, verdes y las nuevas izquierdas es que hacen de la democracia un elemento nuclear de su acción política. Son partidos democráticos. En España además concurren dos circunstancias especiales, una, la larga lucha contra la dictadura, la lucha por la democracia y las libertades y por eso se le da un valor especial. Y, dos, porque no cabe, y es una posición de fondo, en la actualidad en la Europa actual una izquierda que no sea democrática. Es decir, o es demócrata o no puede jugar ningún papel en la Europa democrática. No cabe, desde hace mucho tiempo, atajos para el cambio social y en su inmensa mayoría las fuerzas políticas de izquierdas se han decantado hace tiempo la vía de la reforma democrática. Si con el nacionalismo la izquierda tiene un problema no digamos en el caso del secesionismo catalán. La izquierda en España no se caracteriza por no ser nacionalista española, ni tampoco nacionalista catalana. En todo caso será vasquista o catalanista, andalucista, galleguista, etc.., como reconocimiento de la pluralidad de España y así se reconoció en la transición española, España como “nación de naciones”, con una única soberanía, la de todos los españoles. Más a más, como dicen los catalanes, es una contradicción desde posiciones de izquierdas defender sólo a los trabajadores de un territorio dándole igual lo que les ocurre a los trabajadores que no sean los propios.

Por eso es incomprensible en la cuestión catalana la posición del núcleo dirigente de Podemos, Pablo Iglesias y su cohorte más cercana. Llama la atención el silencio de Iñigo Errejón en este asunto. No se puede apoyar al independentismo catalán, si este no ha actuado bajo las coordenadas democráticas y este es un hecho nuclear. No puede haber democracia si te saltas la legalidad y las normas que todo el mundo se ha dado. Las normas y los procedimientos son parte esencial de la democracia. El independentismo catalán se ha saltado la democracia conscientemente y este hecho no ha suscitado crítica alguna por parte de Podemos, que solamente ha puesto el foco en una crítica acerva al Gobierno del PP. No sabemos sí por ignorancia o mala fe se confunde deliberadamente Gobierno con Estado. Se puede no estar de acuerdo con las actuaciones del Gobierno del PP, pero en el caso del independentismo catalán no se puede no estar con el Estado de Derecho que va más allá que la labor de un gobierno. En cambio, se dice que España es un Estado Opresor o que los Jordis y los miembros del Govern son presos políticos, olvidándose de que estos deliberadamente se han saltado normas democráticas esenciales de un Estado de Derecho.

Por tanto, la izquierda o es democrática o es otra cosa. No es un demócrata quién impone con una minoría una independencia que no tiene vuelta atrás. No es demócrata quién desprecie a la minoría y les impone su ideología. Una izquierda democrática europea tiene que reconocer que existen otras opciones ideológicas distintas y que estas pueden ganar unas elecciones e implementar su programa, que se puede retroceder en derechos sociales por qué así lo han decidido los ciudadanos en una votación. Saber que los cambios sociales, políticos y sobre todo económicos para que sean duraderos en el tiempo necesitan de amplios consensos sociales y que se mantengan en el tiempo. Ejemplos tenemos, la ley del aborto, del divorcio, de los matrimonios del mismo sexo, estos derechos promovidos por la izquierda y combatidos por la derecha, ahora no se atreven a anularlos, pues saben que cuentan con un gran consenso social. Es decir, que en la Europa de hoy sólo caben posiciones democráticas, sobre todo en la izquierda. Defendamos la democracia porqué la derecha no la necesita y los poderes económicos menos. No cabe vías pretendidamente revolucionarias o insurreccionales, parece una verdad de “pero grullo” pero es conveniente recordarlo en estos días, más que nada para que sirva para situarnos.

Sé que lo que estoy diciendo son las verdades del barquero. Podemos es un partido democrático, entonces porqué actúa de esta forma, no respetando las normas democráticas y posicionándose cada vez más con quienes las han conculcado. Es que acaso no es un partido democrático y ha adoptado la vía insurreccional. Si éste es el caso debían decírnoslo. O también debían de decirnos que su propósito es acabar con el régimen del 78, como ellos dicen. Al contrario, una posición progresista hoy, y no digamos en la transición, es la defensa de la Constitución y al mismo tiempo abogar por su reforma hacia un Estado Federal. No participar en la ponencia de reforma de la constitución propuesta por el PSOE, es contradictorio con la llamada continua al dialogo que pronuncia Iglesias y Colau. Amen, que si no participan dejan en manos de la derecha el cambio constitucional y seguramente saldrá una Constitución más de derechas que la que tenemos.

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