Fueron a por lana y salieron trasquilados

Lo acaecido éste trágico fin de semana, con la despótica conducta de un colectivo que tradicionalmente se ha considerado una “raza” especial en el mundo del trabajo, como son, los controladores aéreos, supone un paso hacia el abismo, de un colectivo que se considera “imprescindible” en la era moderna. Craso error de unos del montón, cuya notoriedad, es única y exclusivamente dominar algo de ingles y la “jerga” aeronáutica y disponer de cierta sangre fría, para realizar un trabajo que, en el resto de los países civilizados, es una profesión más del amplio catalogo de los que sin que ello sea requisito sine qua non, el pasar por la universidad, se incorporan al mundo del trabajo.

Mi amiga Grette, esa nórdica que añora nuestro terruño, pero que el cemento y el hormigón, le hizo retorna a su tierra, me comentaba su enorme sorpresa, ante la carencia de valores cívico del colectivo, que a sabiendas que el turismo es una de nuestras principales fuentes de riqueza, se hayan prestado a tamaño disparate, frustrando las ilusiones de ciento de miles de compatriotas, y poniendo en grave riesgo la economía del sector hotelero y la imagen del país que les vio nacer.

Esa pregunta que mi vieja amiga se hace, también nos la deberíamos hacer todos y cada uno de los españoles que nos hemos vistos sorprendido por el “golpe” de Estado, que la paralización del especio aéreo a provocado. No cabe en cabeza humana, medianamente amueblada, que un colectivo que se presume de “elite” con un sindicado “USCA” con un gabinete jurídico, que ya lo desearían para sí, los sindicatos mayoritarios de éste país, haya decidido tomar la vía del frontal enfrentamiento con el gobierno legítimamente elegido por sus compatriotas, sin que no exista en la “trastienda” un explicito apoyo de algún fáctico poder en la sombra, que les arropara, en la certeza de que el gobierno recularía ante el órdago lanzado por el colectivo.

Sorprende sobremanera que el Sr. González Pons la “vedette” informativa del Partido Popular, nos venga a decir a los españoles que el Consejo de Ministros, bien podría haber dejado pendiente de aprobación el Decreto que regulará las condiciones de trabajo de éstos desvergonzados, a “sabiendas” que pudieran llevar a cabo el desmedido plante. La pregunta del millón y seguro que algún día otro Assange cree otro Wikileaks que nos desvele quienes han estado detrás del encubierto “golpe”; que sin temor a equivocarme, por aquello de ir contra la mayoría de los ciudadanos, me recuerda al tétrico presidente que nos llevó a la guerra de Irak, a pesar del clamor de la ciudadanía.

Muchas y muy variadas tendrán que ser las explicaciones de aquellos que, ahora niegan, las reuniones con el “selecto” colectivo en fechas anteriores a la asonada; que para suerte de los españoles ha sido adecuadamente abortada por el gobierno; y que a posteriori, tanto AENA, como la Fiscalía actúen, exigiendo las responsabilidades penales y económicas que la desmedida actuación de los controladores, hayan producido al país y a sus ciudadanos. Es de justicia que se haga Justicia.

Antonio Ortega Santana