El nacionalismo alternativo

No le discutiré a Rodríguez sus razones para rechazar a los áticos. Aunque fueron los áticos los que le pusieron un chalet presidencial durante cuatro años. Por seguir con el lenguaje inmobiliario se podría decir que como a Rodríguez no le gustan los áticos el hombre se plantea vivir en un chalet adosado. El problema de estas viviendas es que se mezcla todo: el ruido, la música, los gritos de los vecinos. A veces oyes una canción y no sabes si la está escuchando tu hijo en su habitación o el vecino del chalet de al lado. Por eso es muy importante saber elegir a los vecinos. No es lo mismo montar una urbanización de chalets adosados de gente decente, que una de propietarios cafres. Esa es la cuestión. Imagínate tener como vecinos a Ignacio González (CCN), Domingo González Arroyo (PPM), o a Dimas Martín (PIL) (cuando tiene permiso).

Más o menos eso le dijeron a Román Rodríguez muchos miembros de la dirección nacional de su partido el pasado 13 de junio. Cinco horas dan para mucho, aunque comiencen con un discurso de casi una hora del presidente y finalicen con otra intervención suya. Los afines al expresidente canario intentan vender esta división interna como una cabezonería del alcalde de un pueblo que no tiene la visión de estadista que posee el gran líder. El mismito discurso que usaba Mauricio contra Antonio Morales. Pero en la reunión del 13 de junio se vio que eso no es así. La gente de los municipios que llevan décadas ganando elecciones: Santa Lucía, Valsequillo y Aguimes, la gente de San Mateo y dirigentes significativos de la capital grancanaria fueron rotundos. No se puede considerar un simple hecho diplomático asistir al congreso del PIL celebrado en un hotel ocupado por una unidad policial que investiga una trama de corrupción que según los investigadores tiene como epicentro el PIL. Si además los que van son el presidente nacional, el secretario de comunicación y el alcalde de la segunda ciudad de Gran Canaria, pues más que un gesto fue una entrega.

La reunión de la dirección nacional de Nueva Canarias finalizó con la votación de un texto que respaldaba el abrazo a los dirigentes del PIL: 26 votos a favor, 12 en contra, 2 abstenciones. Respaldaron a Rodríguez expertos en perder elecciones, gente que les debe su sueldo y representantes de los municipios más pequeños. Dice Rodríguez que para transformar la sociedad hay que gobernar. Lo mismo piensan en Aguimes, Santa Lucía y Valsequillo, que no comparten las componendas con el PIL o el partido de González Arroyo. Lo que ocurre es que para gobernar hay dos caminos: trabajar mucho para depender menos de otros, o preparar pactos con los que haga falta. En Arrecife de Lanzarote, por ejemplo, el PNL (federado a Nueva Canarias) entró en el gobierno municipal gracias a los votos de dos concejales corruptos y confesos.

Ignacio González convocó este fin de semana una convención política de los que se presentan como nacionalismo alternativo. Allí estuvieron el CCN, Nueva Canarias, el PPM (supongo que las siglas significan Partido Popular del Marqués), AHI, API y un nuevo partido montado por Romero Pi. Aunque NC no irá con el Marqués a las elecciones, están abiertos a sentarse al día siguiente con él, porque el nacionalismo progresista es abierto a la aristocracia. Le pregunté a Rodríguez en 59 segundos por la ideología de este nuevo nacionalismo, qué los diferencia de Coalición Canaria. La respuesta fue maravillosa, frente a la maligna ATI ellos, los miembros del nuevo nacionalismo defienden “el interés general, la transparencia con los recursos públicos, defender las singularidades económicas y fiscales, gobernar atendiendo a la educación, la sanidad, los servicios sociales?”.

Con esa frase en la mente cerré los ojos y pensé en González Arroyo, Nacho González, José Francisco Reyes, Fabián Martín, Juan Carlos Becerra? Bebí un buchito de agua y agaché la cabeza, muerto de vergüenza, ¡qué pregunta más tonta hice! Parezco un periodista de pueblo. Me falta visión de estadista para entender la ideología del nacionalismo alternativo.

Juan García Luján