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Un poquito de aire fresco, por favor

José Carlos Gil Marín / José Carlos Gil Marín

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En concreto, a partir del domingo, 18 de julio, y hasta el 5 de septiembre podían celebrarse los Comités Regionales, de Nacionalidad, provinciales o insulares para elegir las comisiones de garantías electorales en sus respectivos ámbitos y valorar si hay que abrir primarias en los municipios de entre 20.000 y 50.000 habitantes si se cumplen los requisitos. Acto seguido, del 6 al 21 de septiembre, se presentarán los aspirantes y, donde haya sólo un candidato, será proclamado provisionalmente por la Comisión de Garantías de su federación. Los días 23 y 24 de septiembre serán para presentar recursos ante la Comisión de Garantías Electorales Federal y el 25 serán proclamados definitivamente los candidatos. Sin embargo, en los lugares donde haya primarias, se abre el proceso con una campaña interna del 26 de septiembre al 2 de octubre. El día 3 será la votación y elección del aspirante. Todo el proceso debe estar finalizado el 6 de octubre.

Las primarias son un invento estadounidense, pero ya se sabe, nadie que ha nacido en un lugar se convierte en profeta de su tierra. Y menos en Canarias, marcadas por su insularismo atlántico. Por eso, este aspecto político venido de fuera podría triunfar, si no se adulterase por los aparatos de los partidos. Ya sea en Madrid -Trinidad Jiménez versus Tomás Gómez Franco-, ya sea en Canarias. Bien es verdad que es peor no tener primarias que tenerlas, pero es peor que ello tenerlas y no utilizarlas o adulterarlas.

Las primarias 2007-2008 fueron las más intensas en toda la historia del Partido Demócrata de los Estados Unidos. Se enfrentaban los mejores candidatos. Dos candidatos ganadores. El posible primer Presidente negro, y la posible primera Presidenta mujer. Barack Hussein Obama versus Hillary Rodham Clinton, mujer del último Presidente demócrata, William Jefferson Clinton. Eran los dos también los candidatos del cambio. Y la pasión se recuperó después de lustros de ausencia, de lustros de miedo, de temor y oscurantismo. Después de los atentados del 11 de Septiembre y la era imperial Bush II, parecía que el cambio podía llegar.

Tras más de cinco meses de dura pelea, la elección de Obama ponía fin a una encarnizada lucha entre ambos aspirantes a la candidatura demócrata en las primarias del partido. En 1905 el estado de Wisconsin fue el primero en exigir a los dos partidos que eligieran a sus delegados mediante una elección estatal primaria, públicamente financiada. La votación se limitaba a los ciudadanos que se registraran como demócratas o republicanos ante una oficina estatal. El sistema de las elecciones primarias había sido adoptado en 1916 por 24 de los 48 estados que entonces componían la Unión, y así hasta su completa implantación, que permitía a los afiliados y simpatizantes del Partido Republicano, el partido del elefante, y del Partido Demócrata, el partido del burro, elegir a sus candidatos de una supuesta forma “democrática plena”, a través del voto directo. Finalmente Obama consiguió en 2008 los 2.118 delegados necesarios para asegurar la candidatura demócrata (recordemos que las primarias responden a un sistema de voto indirecto, en el que los militantes y simpatizantes eligen por circunscripciones a unos delegados quienes serán los que, en una Convención, eligen a su vez al candidato presidencial. Alcanzó esta cifra tras la decisión del partido de incluir a los delegados de Florida y Michigan después de un controvertido proceso.

En total, Obama logró 2.229.5 delegados, frente a los 1.896.5 de Hillary Clinton. Y con ellos la nominación a la presidencia. La nominación se ganaba con 2.118 delegados. De los superdelegados del partido Obama se hacía con 463, frente a los 257 de Hillary Clinton, que se veía abocada a la derrota en el partido pese a ganar el voto popular de las primarias demócratas: 18.046.007 votos de Clinton, frente a 17.869.542 votos populares de Obama. Eran las primarias demócratas más reñidas de toda la historia del Partido Demócrata de los Estados Unidos, el partido de John Fitzgerald Kennedy. Pero fueron pervertidas? Y ya lo decíamos, las primarias deberían ser puras o no serlo. El PSOE de Lanzarote o de Tenerife podría decir históricamente mucho al respecto de ello, de la intervención de Ferraz en su destino. Primarias sí? Pero ni superdelegados ni ejecutivas de por medio? Es más?Sólo se prevén primarias allí donde el PSOE no gobierna.

¿Por qué esas limitaciones?

Santiago Pérez y sectores del Comité Local del PSOE en Santa Cruz de Tenerife han lanzado un órdago a la grande. Veremos quien gana la apuesta. Y el día después.

José Carlos Gil Marín

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