La frase pasó desapercibida a la mayoría de los periodistas presentes en la rueda de prensa que el viernes ofreció el secretario general del PP canario, Asier Antona, en compañía del presidente insular de Tenerife, Manuel Domínguez, y el senador y consejero del Cabildo Antonio Alarcó. La proclama, perpetrada por este último, fue rescatada por Vicente Pérez en Diario de Avisos, y dice así: “El mamífero más importante que hay que proteger es el hombre, y sólo se le protege con riqueza, por lo que si hay esa riqueza, hay que aprovecharla. Y no hay ningún país del mundo que teniendo esa riqueza al lado, no la explote”. Como habrán colegido de inmediato, la aportación del senador se produce en el contexto del debate sobre las prospecciones petrolíferas, al que el PP está entrado en cuerpo y alma no vaya a ser que se le jeringue el negocio a Repsol y a todos los que revolotean a su alrededor. A estas alturas de la película ya no queda ni un solo dirigente de ese partido capaz de sostenerte la mirada y asegurarte que a) el petróleo va a generar decenas de miles de puestos de trabajo en Canarias; b) va a reportarnos pingües ingresos por la vía fiscal, y lo más importante, c) está garantizado que no habrá vertidos y, de haberlos, no perjudicarán a Canarias. Pero Alarcó destapó su siempre curioso tarro de las esencias para hacer una aportación humanística que algunos hemos querido entender de un modo primario: los dos términos que emplea el senador para construir su posicionamiento favorable al petróleo son “mamíferos” y “riqueza”, seres vivos que maman y dinero, lo que automáticamente nos conduce a la mamandurria. Sí, ya sabemos que es reduccionista y de mal pensados, pero es lo que cabe frente a ese insustancial planteamiento, que llega a ser algo descerebrado, del señor senador. Porque, aun dando por bueno que el ser humano es el centro de la creación y los demás seres vivos que se aguanten, la tesis sobre la riqueza se desmorona ante la evidencia de que la que se pretende buscar (el petróleo) pone en peligro la ya existente (el turismo sustentado en los valores naturales de Canarias). Salvo que, como es de temer, su señoría estuviera pensando en esa otra riqueza limitada a unos pocos y sus respectivos maletines. Otro que demuestra que cualquiera puede ser político en este país.