La entrevista que le hicieron tres periodistas a Nardy Barrios tuvo momentos realmente memorables. Especialmente en aquellos pasajes dedicados por la aún diputada del PP a desgranar el memorial de agravios que les tiene guardados a algunos dirigentes de su partido. Desde luego nunca será miembro del club de fans de Soria, si bien matiza que sospecha que algunas decisiones absurdas del PP se toman incluso a espaldas del líder. Una de las cosas que peor lleva Nardy Barrios es, según pudimos deducir los que la escuchamos, haber tenido que estar dos años, dos, sin poder dar una rueda de prensa de cosas suyas hechas en el Congreso de los Diputados. Todo empezó desde que le colocaron de coordinador de diputados a Gabriel Mato, al que ha de dirigirse cada vez que quiere dar una rueda de prensa. Llegado el caso, Mato le contesta, indefectiblemente, que ha de consultarlo con Soria. La respuesta se eterniza tanto que, sencillamente, no se produce. De ahí que Nardy nos tupa tanto a comunicados o se largue un artículo de vez en cuando. La prensa, uno de los elementos centrales en la vida de Nardy, le sirve también para enterarse de los actos del partido, asegura, porque ya nadie la convoca en tiempo y forma. No le perdonan, explica, que además de crítica sea mujer.