Mira que lleva años Antonio Morales en esto de la política, los suficientes como para saber que no se pueden hacer promesas cuando dependes de otros para que se cumplan. Y si por medio está Antonio Castro Cordobéz, menos razones para tirarte a la piscina sin más. Porque Castro, el hombre tranquilo, sonríe pero pasa de los alcaldes con mucha más frecuencia y habilidad de lo que parece. Eso al menos puede estarle ocurriendo a Antonio Morales, que prometió, en plan Scarlata O?Hara, que si no se publicaba en el BOC la licitación de la Circunvalación de Ingenio-Agüimes antes de que terminara junio, él mismito montaba una plataforma ad hoc para reivindicarla. Terminó junio y dijo que el 2 de julio, pasó el 2 de julio y seguimos con las mismas. Y lo que es peor, sin una plataforma veraniega que llevarnos a la boca para mayor solaz de la canallesca.