Si ya es patético lo que está ocurriendo con un alcalde que regresa a donde no le quieren, con una investigación muy complicada y atravesada, con una moción de censura que aupará a la alcaldía a un primo del censurado que hará el primo... mucho peor es el panorama que, a priori, se le presenta a Mogán en lo político y lo electoral. Que sepamos, a estas alturas sólo hay un candidato conocido, Francisco González, del Partido Popular, al que las encuestas (y el tufillo) le garantizan la mayoría absoluta, o casi. Salvo sorpresas de última hora, con cara de mirlo blanco y candidato estrella, el Partido Socialista anda preparando algo, pero no se sabe exactamente qué. Suenan nombres y movimientos, profesionales de reconocido prestigio, mujeres con mucho empuje, un secretario general joven y con arrestos, pero no sueltan prenda por el momento. Las encuestas les auguran subida, quizá porque tuvieron la suerte de quitarse de encima a los dos tránsfugas, Antonio Hernández e Ismael Rodríguez. Es Coalición Canaria quien más complicado lo tiene. Carmelo Ramírez, en la línea habitual de la astucia aprendida, se ha puesto a silbar y a mirar a los celajes a la espera de que se le aparezca una inspiración en forma de candidato que no sean ni Nono ni Juan. Porque a Ramírez no le gusta ninguno de los dos. Tiene información de Nono y tiene información de Juan, convenientemente intercambiada por el uno y el otro. Que si el solar de Tauro, que si el solar de Amadores; que si los locales en La Pasarela, que si el chalet de Madrid... Sin embargo, sabe que cada minuto que pasa teniendo bajo el paraguas de CC a ambos es una vida más que la maquinita le resta a Coalición Canaria en Mogán.