La huida de Oliver Straube con no muy buenas formas, todo hay que decirlo, ha sido sólo el primer capítulo de un culebrón alemán que alcanzó este lunes cotas de sainete. Mientras Manolo Torres había anunciado la llegada para este primer día de la semana de un central teutón de calidad contrastada, además de no llegar nadie, los nombres que sonaron eran de lo más rimbombantes. Mattias Haman, fue el primero de los hombres a los que se tuvo en cuenta, pero alguien cayó en la cuenta de que el central alemán tiene ya 34 años, así que casi mejor dejarlo estar no vaya a ser que haya que organizarle el partido de homenaje. El segundo era más contrastado aún: Holger Greilich. ¿No les suena? Sí hombre. Un contrastado central del Munich 1860 que ha jugado siete partidos en las dos últimas temporadas. En las cuatro anteriores sí jugó 107 encuentros, de lo que cabe deducir que contrastado, lo que se dice contrastado lo era allí por el año 2000. Para colmo de colmos resulta que el bueno de Greilich se va a jugar al Omonia Nicosia chipriota (tela marinera), donde ya tiene plaza otro alemán, Marco Haber; a quien al parecer le faltó tiempo para aconsejar a su compatriota de que a Gran Canaria, mejor de vacaciones. Tampoco Haber tiene buen recuerdo de su paso por la UD, donde se hartó de chupar banquillo. Y a esto añaden que la marcha de Alvaro es aún un decir, o sea, que lo mismo no conviene ahora traer un central. Ni anunciar su llegada, que mareados nos tienen.