La grandilocuencia y la verborrea solemne son una de las especialidades dialécticas de José Manuel Soria. Los que le conocemos bien lo tenemos perfectamente retratado. Imposta la voz, sube un poco el tono, estira un pelín el cuello, mira a los ojos del periodista y le suelta una de sus frases de cabecera? y, rianga, directa al titular. La frase de este martes fue que pone la mano en el fuego por Mariano Rajoy, en estos momentos en el ojo del huracán por aparecer su hombre y su apellido en determinados apuntes contables de los libros de Bárcenas según los cuáles cobró sobresueldos ilegales mientras era ministro y vicepresidente del Gobierno de Aznar. No es la primera vez, válganos el cielo, que José Manuel Soria pone las manos en el fuego por alguien. Su estreno en esa solemnidad lo tenemos registrado en febrero de 2006, cuando en una entrevista concedida a Canarias7 aseguró que ponía las manos en el fuego por el penúltimo consejero de Industria del Gobierno de Canarias, que no era otro que su hermano Luis, envuelto, pero que muy envuelto, en el escándalo colateral que rodeó al caso Eolo, el primer asunto de corrupción serio del PP canario que fue judicializado sin que todavía se haya celebrado el juicio. Jugaba con ventaja el entonces presidente del Cabildo grancanario asegurando lo que aseguraba de su hermano porque para entonces ya tenía la garantía plena de que la Policía no lo iba ni siquiera a investigar en aquel asunto. Sin embargo, no debió ser muy fuerte su fe en su hermano Luis, porque tras aquella funesta experiencia, que incluyó disparates a go-go y hasta un baño con bidé, lo apartó de un manotazo de las cosas de comer y jamás lo ha vuelto a enchufar en temas de gestión pública directa. Aunque algún pellizco le ha caído gracias a la inmensa influencia de su señor hermano, como aquellos 100.000 euros que aparecen en la operación Góndola prometidos por Santiago Santana Cazorla como premio de consolación por haber sido derrotado por Suso, el del Spar, en la disputa por el supermercado a instalar en la urbanización Anfi Tauro. Representaba Luis al grupo Hiperdino sin ni siquiera dejar pasar los dos años de descompresión que fija la ley. En fin. Más recientemente, en enero de este mismo 2013, encontramos a Soria poniendo la mano en el fuego por las cuentas del Partido Popular, las mismas que entonces ponía en duda toda la prensa de la caverna porque se encontraban todavía en estado increíble de fotocopia. Soria se sumó entusiasta a los coros que proclamaban que todo aquello era un invento de El País, contra el que el PP se querelló en la creencia de que así iba a calmar a las fieras. Ahora que las fotocopias se han transformado en originales y el director de El País ha sido sustituido en la Audiencia Nacional por el de El Mundo, amigo íntimo, por cierto, del ministro de Industria, veremos qué es lo que nos cuenta ahora este cantante de boleros.