No están cabreados hasta el punto de no hablarse, pero es más que evidente que la sintonía que antaño presidía las relaciones entre Manolo Torres, director de fútbol, y Manolo Rodríguez (Tonono), director de captación y formación, se está deteriorando por momentos. Tonono ha confesado en sus círculos más íntimos, aquellos donde otros hablan catalán, que le sorprendió confirmar, entre otras noticias, que Torres había metido por narices al novio de su hija en la plantilla; y no se ha cortado para confesar que a Mazzoncini no lo conocía ni por el forro, lo que, una vez escuchado al francés, del que Zidane dice que es un fiera, condujo a confirmar que el que lo trajo a la Isla fue directamente Manolo Torres. Tonono lleva siete días sin aparecer por el club; asegura que está enfermo, pero en Pío XII están preocupados y no precisamente por su salud. El ambiente se caldea y vuelve a reaparecer el fantasma de los excesos del director de fútbol, que han costado alguna dimisión, tensiones varias y unas situaciones absolutamente fuera de lugar.