El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
El TSJC se queda sin opción progresista
Tanto fue el cántaro a la fuente, que acabó rompiéndose. El candidato de Jueces para la Democracia a la presidencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), Ignacio Duce, ha optado por retirarse en el último instante al comprobar el caos. Y el caos lo ha provocado nada más y nada menos que el sector socialista del Gobierno de Canarias, empeñado en imponer otro candidato progresista para aburrir al que habían designado la facción progresista de la carrera, dividir las fuerzas y así dejar expedito el camino para que gane opciones el favorito de la oficialidad, el tinerfeño Antonio Doreste. Ha sido el juego de siempre, el juego absurdo y perverso de ponerse las medallas de ser contribuyentes netos al fortalecimiento de la oligarquía tinerfeña de derechas en detrimento de un presidente de la Sala de lo Civil y Penal que no partiera contaminado ante la tendencia generalizada del Gobierno del PP de hacerse también con el poder judicial una vez controlados el CGPJ, la Fiscalía, el Parlamento y hasta la monarquía. Sí, Duce se ha retirado al grito de “cuerpo a tierra, que vienen los nuestros”. Porque una vez designado en reunión plenaria de Jueces para la Democracia en Canarias como su candidato, al consejero de Presidencia y a su viceconsejero de Justicia, Francisco Hernández Spínola y Pedro Herrera, respectivamente, se les ocurrió que mejor que Duce era Miguel Ángel Parramón, que ni siquiera había manifestado su deseo de optar al cargo. Lo intentaron convencer sin éxito y sin medir exactamente las fuerzas con las que podría contar ante un Consejo del Poder Judicial claramente inclinado por y para el PP un magistrado que ha demostrado siempre no tener miedo a tirar para adelante en los casos de corrupción hasta sentar en el banquillo a políticos y a algún compañero de carrera.
El terreno despejado
El caos es absoluto en el PSOE. Nadie da una consigna meditada, todo parece regirse, también en materia de nombramientos de Justicia, en contra de la lógica natural de las cosas. Nadie parece haber pensado en la necesidad de colocar contramedidas en puestos clave para al menos frenar la avalancha de pérdida de libertades y de independencia judicial que se cierne sobre todos los españoles. Jueces y magistrados incluidos. En lugar de cerrar filas con el candidato oficial del sector progresista de la magistratura y transmitir a Ferraz esa unanimidad, los socialistas canarios se dedicaron a ponerle palos en la rueda para que pueda tener más posibilidades el candidato que más se amolda a los gustos imperantes. Sí, Antonio Doreste sabe que cuenta con el respaldo del PSOE tinerfeño, en concreto de su hombre fuerte, Hernández Spínola, que ha optado nuevamente por fortalecer el poder de la oligarquía conservadora, que ve con muy buenos ojos el carácter acomodaticio. Cierto es que Duce no las tenía todas consigo desde que fue designado candidato por los suyos, pero ni siquiera le dieron la opción de intentarlo con un mínimo de apoyos suficientes. Para que al menos los que campan a sus anchas por la tercera pata del Estado pudieran saber que hay posiciones contrarias a la devastación.
Se incorporan Pilar Parejo y Rafael Lis
La escaramuza ha provocado otros movimientos también a mayor gloria del candidato que propugna el presidente saliente, José Ramón Navarro Miranda, que apadrina a Antonio Doreste desde su influyente puesto al frente de la Audiencia Nacional. Canarias7 daba por cerrada la presentación oficial de candidaturas con la aparición a última hora de los magistrados Rafael Lis y Pilar Parejo. El primero es un histórico de la judicatura canaria, a la que llegó hace décadas procedente de la presidencia de la Audiencia Provincial de Zamora para ocupar plaza de magistrado en el TSJC, que abandonó para dedicarse durante unos años al ejercicio de la abogacía. Lis, que se puso al frente de un exitoso bufete de abogados, decidió en 2013 regresar a la carrera judicial, lo que le supuso un nuevo destino de base como titular de Instrucción 3 de Arrecife de Lanzarote. Desde allí lanza ahora su candidatura, con menos posibilidades que la de Doreste pero sujeta a los apoyos que pueda recabar en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), donde se sientan viejos conocidos suyos. Pilar Parejo, por su parte, se presenta con la ventaja de ser mujer, lo que muy probablemente le permita contar incluso con el apoyo del sector más progresista del consejo. Fue presidenta de la Audiencia Provincial de Las Palmas durante un solo mandado, algo poco habitual en la carrera. Quizás pesara la contestación que sufrió por la polémica de la celebración de juicios en Lanzarote y Fuerteventura. Frente a estas dos incorporaciones y la caída de la lista de Ignacio Duce, también ha habido otra deserción, la del único magistrado que podía haber dividido el voto conservador del CGPJ frente a Doreste: César García-Otero, presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo, que finalmente ha decidido no entrar en la pugna, seguramente sabedor de que casi todo el pescado ya esté vendido desde hace tiempo.
No fueron tres, fueron cuatro
A la espera de que aparezcan nuevas fotografías de la visita oficial de una delegación del Parlamento canario a Marruecos, ya estamos en condiciones de informarles de que no fueron tres los comisionados, sino cuatro. Porque en las fotografías difundidas este viernes por la Cámara aparecen, junto a las autoridades marroquíes y los tres miembros de la Mesa (Antonio Castro Cordobez, Julio Cruz y Águeda Montelongo) el secretario general del Parlamento, el letrado Salvador Iglesias. Se trata, como muchos de nuestros lectores recordarán muy bien, de quien fuera director general de Relaciones con la Justicia durante el mandato de consejero de la Presidencia de José Miguel Ruano. Hombre especializado en las relaciones públicas, conoce muy bien el terreno que pisa cuando acude a viajes como este, particularmente a Marruecos, país al que se dirigieron muchos cursos y jornadas de mediación en su etapa en la primera fila de la política. La cosa no va a acabar con este viaje, porque por lo que dice la nota oficial distribuida por el Parlamento canario, los contactos se van a intensificar con el objetivo de “fortalecer relaciones en asuntos estratégicos para ambos territorios” (sic). Quedamos a la espera de que alguno de los grupos parlamentarios no invitados al viaje pida los costes de este saltito al vecino reino de dos días de duración con agenda solo este viernes. Porque a los billetes, el alojamiento, la comida y los desplazamientos en tierra, hay que sumar las sabrosonas dietas a las que tienen derecho sus señorías. Asuntos estratégicos, que se llama.
Pediatría del Materno se queda sin jefe
No, no se asusten: no ha dimitido el histórico y muy polémico jefe del servicio de Pediatría del hospital Materno Infantil de Las Palmas de Gran Canaria, el doctor Francisco Machado. Sencillamente no ha superado las pruebas de evaluación realizadas por el Servicio Canario de Salud, que ha declarado vacante la plaza al dejar desierto el concurso para cubrirla. Ni Machado ni la otra doctora que optaban a ese puesto convencieron al tribunal de la idoneidad de su nombramiento, lo que deja en situación de disponible un puesto que todo el mundo daba por hecho que adjudicarían a Machado dadas sus fuertes vínculos con la política a través de su esposa, la diputada nacional del PP Matilde Asiain. No tenemos registradas las reacciones del doctor Machado, pero sí la de algunos de sus treinta subordinados, que no tiraron voladores esta semana cuando se enteraron porque lo prohíben las normas hospitalarias. Desde hace dos años se vienen enfrentando mayoritariamente al que hasta ahora era su jefe por una sucesión interminable de desencuentros y de desaires que llegaron incluso a la petición formal de su destitución ante la autoridad competente y por escrito rubricado por la casi totalidad del cuerpo médico. Quedamos a la espera de la solución que adopte la gerencia del Materno para no dejar descabezado este servicio.
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