No era cierto que el PSC grancanario hubiera decidido implantar la paz de los cementerios en todas las esquinas de la isla donde floreciera un capullo en medio de una mano. No. Lo que estaban haciendo era aplicar un riguroso orden de prioridades que permitiera tomar las decisiones en su justo momento. Tan justo, tan justo, que por poco llegan las elecciones y la cosa sin coger color. Pero ya hay decisiones nuevas, como la de elegir gestora para la Agrupación Local de Las Palmas de Gran Canaria, que estaba descabezada desde que Alfredo Herrera Piqué dimitiera tras la oportuna dimisión de Pedro Cuesta como secretario general de la renovación y rián pa?l Puerto. Al frente de la gestora socialista de Las Palmas, que celebrará este lunes su primera reunión, Eduardo González ha puesto a una mujer de sólida formación socialista, Nina Santana, maestra de acción y de vocación y una garantía de que la cosa puede funcionar. Junto a ella figuran nombres como el abogado Jesús Dumpiérrez, el histórico Juan Alemán, el técnico de empresas Juan Manuel Santana Cruz y la siempre trabajadora Mariló Hernández. Todos ellos cumplen con la condición básica exigida por Eduardo González, secretario general, es decir, no tener apetencias electorales y dedicarse exclusivamente a recomponer el partido, buscar interventores y apoderados y procurar que haya un pizco de actividad más allá de la conferencia que dio el otro día Chano Franquis como invitado de excepción de las Juventudes Socialistas. El cambio, vamos.