La noticia política del día en Mogán estuvo, sin embargo, en la confirmación de lo que les adelantábamos este jueves, que José Hassan Abrante, amigo personal del alcalde y concejal de Hacienda y Patrimonio, colgaba las botas y el macuto para, atención, “volver con los míos y convertirme en un ciudadano normal, aunque tengo 31 años y no descarto volver al ruedo de la política en el futuro”. En un comunicado digno de mejor causa, José Hassan recuerda claramente que pretende irse con el siguiente epitafio político: “Dedicarme a atender mis negocios, porque siendo un hombre de Coalición Canaria, como he demostrado durante todo este tiempo, no tendría sentido que ahora sólo abandonara a mis compañeros del grupo de gobierno y pasara a la oposición o al grupo mixto”. Eso, añade, “no sería ni responsable ni ético después de haber trabajado tanto tiempo juntos por los mismos objetivos y por el mismo proyecto político”. Reconfortante comunicado, debemos comentar, sobre todo en los pasajes en los que se refiere a su deseo de convertirse en “un ciudadano normal” [debe haber sido un extraterreste estos últimos años], a su capacidad para demostrar que es “un hombre de Coalición Canaria” [¿en qué aspecto concreto?], y especial apreciación de los términos “responsable” y “ético” [mejor lo dejamos aquí]. Mogán tiene una acumulada experiencia de hombres jóvenes y sobradamente preparados que han dado el salto a la fama en muy poquito tiempo. Nos viene a la memoria Arcadio García, que en año y medio de concejal de Urbanismo tenía el Mercedes más grande que había en el mercado y un chalet en Santa Brígida que ríete de los peces de colores. Se le fue la mano con la ambición, qué le vamos a hacer.