Siendo delegado del Gobierno José Segura Clavell, Las Palmas de Gran Canaria consiguió en 2004 sacudirse una afrenta a la vista de todo aquel que pasaba por el Gobierno Militar (hoy Jafatura de Tropas) del parque de San Telmo. Sobre la fachada de ese edificio colonial lucía, hasta que Segura logró removerla, una insultante placa que recordaba que desde aquel edificio “salió el glorioso Ejército salvador de 1936?” aprovechando que el golpista Francisco Franco hizo noche en la ciudad camino de la masacre. A Segura le vinieron bien algunas manifestaciones de repulsa y el atentado sufrido por la placa para lograr su retirada, pero se desconocen los motivos oficiales por los que igual afrenta fuera retirada poco después de la fachada de la Capitanía General de Santa Cruz de Tenerife, donde no hubo tanta algarada en contra. La Ley de Memoria Histórica prohíbe la exhibición pública de simbología franquista, y lo conveniente era proceder a la prudente retirada de esas placas alegando deterioro o cualquier circunstancia que no cabreara excesivamente a sus guardianes. Este mismo martes saltó la noticia de que el PSOE quiere que los restos de Franco sean exhumados y desaparezcan del Valle de los Caídos, de manera que un monumento público no esté dedicado a una figura representativa de un régimen totalitario. Se va a armar seguramente porque los aguiluchos que pacen por las verdes praderas o militan atorrados en partidos presuntamente democráticos no van a permitir que su excelso timonel sufra un agravio así. Mientras tanto, en un municipio de las medianías de Gran Canaria continúa luciendo en un lugar preminente una placa que contraviene el espíritu de la reconciliación y la Ley de Memoria Histórica. Tienen la foto junto a estas líneas: erigida en 1950, la placa con su correspondiente escultura en piedra de cantería, luce así como lo ven en una plaza de Firgas, rindiendo homenaje a diez hijos del pueblo caídos en la “guerra de liberación”. Ya están tardando en retirarla, que 63 años de homenaje parecen suficientes, incluso aplicando la doctrina Parot.