El mismo día que conocíamos este auto, que seguramente pasará a los manuales de lo que no deben hacer los servicios jurídicos institucionales, supimos del entusiasta apoyo de Nueva Canarias de San Bartolomé de Tirajana a la cadena mallorquina RIU en su ya casi periclitado deseo de urbanizar el palmeral del oasis de Maspalomas. Eso sí, la gente de Pepe Juan Santana añade la misma coletilla que añaden los que defienden las prospecciones petrolíferas: “siempre con las debidas garantías ambientales”. Claro. Ha sido el mismo día, por cierto, en que hemos confirmado que esa cadena mallorquina tan ardientemente defendida por un partido nacionalista canario no va a ejecutar su amenaza de llevarse sus inversiones de la isla de Gran Canaria, lo que confirma lo que siempre mantuvimos aquí: matonadas y negocios no congenian. A Nueva Canarias pertenece (o al menos pertenecía hasta el otro día) el político que alentó el pleito que dio lugar a la sentencia que a su vez provocó el incidente de nulidad cuyo auto de salpafuera les estamos comentando. El pleito viene de la etapa en que el concejal de urbanismo era Ángel López. Un plan parcial, el Meloneras Golf, quedó anulado por la justicia en 2004 porque no fue reglamentariamente publicado precisamente por la concejalía del señor López. Una vez subsanado el error, quedó aprobado por silencio administrativo positivo (noviembre de 2005), lo que acto seguido otorgó legalidad al proyecto de urbanización y al convenio de ejecución, según recuerda el auto conocido este miércoles. Así las cosas, el Ayuntamiento y el ya ex concejal de Urbanismo iniciaron una batalla legal contra el promotor, Lopesan, para proscribir su plan de urbanización de la zona, donde se afecta a una parte del campo de golf de Meloneras. La batalla concluía recientemente con una sentencia del Supremo que daba la razón a la empresa, frente a la cual Ayuntamiento y ex concejal promovieron la nulidad ahora abortada por el TSJC. Es de destacar, entre otras frases elocuentes, la que el ponente dedica explícitamente al Ayuntamiento: “Lo que resulta inaudito (?) es que si los responsables municipales sostienen la necesidad de adaptación, modificación o revisión del Plan Parcial Meloneras Golf, y mucho más si consideran que el mismo es ”ilegal“, hayan transcurrido trece años desde su aprobación y más de ocho desde su vigencia y ejecución y no hayan realizado actuación alguna para subsanar tales deficiencias. Tal postura es simplemente inadmisible”. Así las cosas, ¿cuáles son los motivos de tal perreta culminada con un apoteósico ridículo judicial?