Mira que hemos intentado ser buenos, a la par que entrañables, en fechas tan señaladas, pero nos superan las ganas de contarles lo que ocurre y hacerlo de modo que todo el mundo se entere. No obstante, vaya por adelantado -por si queda alguna duda- que nada tenemos en lo personal con los personajes de las historias que les contamos, sólo que no nos gustan algunos de los papeles que interpretan. Ya saben que en ese apartado tenemos colocado desde hace mucho tiempo a José Miguel Suárez Gil, presidente de la Cámara de Comercio y de otras asociaciones y organizaciones montadas a mayor gloria del pesebrismo y la política de la subvención que tanto ha molado la última década. Ya saben que el hombre ha caído en desgracia en los mismos ambientes que tanto le patrocinaron y auparon. Pues bien, el último episodio de la caída se produjo la tarde noche de este mismo lunes, durante las reuniones que sostuvieron el comité ejecutivo y el pleno de la Cámara Plateada de Comercio que él preside por la gracia de los que allí le pusieron. Les resumimos el balance en un sólo titular, el que el mismo Suárez Gil propuso: “Pongamos el cuentakilómetros a cero”. Con expectación aguardamos a ver cómo lo hacen entre todos.