Si las cosas se desenvuelven por el conducto normal, los promotores y los vecinos habrán de reclamar al Ayuntamiento soluciones a la situación de ilegalidad en la que se encuentran desde ahora sus edificaciones, que en rigor habría que demolerlas por inviable legalización, previo pago de las indemnizaciones correspondientes. Lo otro, que es lo de prever, será la eternización de la ilegalidad, que es lo que acostumbra a hacer con frecuencia este Ayuntamiento.