En las imprentas se llaman duendes, pero en esto de la tecnología digital y cual no sabemos exactamente cómo se llama esa especie de bichito que se cuela en un cable y te hace unas trastadas incomprensibles. Le ocurrió a la Televisión Canaria (la nuestra, la de todos, menos de Soria) cuando el debate de la Nacionalidad se disponía a entrar en su recta final. Acababa de intervenir en su dúplica Juan Carlos Alemán y el presidente iba a poner su broche de oro. La Tele Canaria daba el debate en directo, igual que Televisión Española (la de todos, incluyendo Soria), pero la señal la ofrecía la autonómica. En esto se va el sonido y empieza todo el mundo a buscar el nudo en el cable, hasta que descubren que todo el mundo tenía audio menos la propia Televisión Canaria. Y eso que esa cadena fue la que, la tarde anterior, tuvo más audiencia durante el discurso presidencial (seis y pico por ciento). TVE siguió emitiendo con audio y vídeo y la Canaria tuvo que meter el informativo. Los técnicos del Parlamento van a tener que currar de lo lindo para averiguar dónde estuvo el fallo porque el sonido de la tribuna lo da la Cámara.