Metidos en la harina empresarial grancanaria, que vive momentos realmente convulsos a la par que apasionantes, hemos de contarles algunos detalles que pudieran explicar esos cariños y esos desdenes hacia determinados políticos. Por ejemplo, sabemos que José Manuel Soria no gusta por algunas de las cualidades que le adornan, pero también porque en una ocasión tuvo el detalle de encararse a uno de los miembros de Aevic, la muy mencionada asociación de inversores en la que se encuentran Germán Suárez, Ángel Luis Tadeo, Eustasio López, Jaime Cortezo, Jaime Bouzón, Ángel Marrero, Alfredo Morales, Carlos Medina Solís y los Hermanos Domínguez. Dicen en Aevic que no fue oportuno el mensaje que Soria envió a la asociación a través de José Miguel Suárez Gil, presidente de la Cámara Plateada y coordinador de Aevic ?con la ayuda de Alberto Isasi, para que no se nos quede nadie en el tintero-. El mensaje en cuestión venía a decir, poco más o menos, que el alcalde y presidente del PP no estaba dispuesto a volver a sentarse en una mesa a comer con uno de los miembros de la asociación. La respuesta, enviada por el mismo conducto plateado, fue contundente: ?pues esta asociación, querido Manolo, tampoco quiere volver a sentarse a comer contigo?. ¡Ñiós!