Les decíamos que Soria, encima, se ha puesto porfión. Como cabría esperar en él, todo hay que decirlo. Ahora pretende que el PSC le pida disculpas por haberle denunciado por las irregularidades que los tribunales, por cierto, no descartan del todo, especialmente en el terreno de lo administrativo. Podía haber estado un poco más comedido el presidente del PP, sobre todo porque se ha puesto a hablar de la guerra sucia del PSOE, confundiendo churras con merinas con el muy loable objetivo de que todos nos liemos y terminemos pensando que lo del GAL eran, en realidad, las innumerables denuncias que el PP presentó ante los tribunales contra el PSOE para judicializar la vida política española. Empezando por un tal Demetrio Madrid, ¿se acuerdan?, que tuvo que dimitir de presidente de Castilla y León por una denuncia de corrupción de la que finalmente resultó absuelto. El denunciante fue un tal José María Aznar que le sustituyó como presidente de la comunidad. Todavía anda don Demetrio esperando las disculpas de Aznar.