Volvemos a hacer un notable esfuerzo de utilización patosa de la calculadora para ver cómo de búlgaro fue el congreso regional del PP, clausurado brillantemente este domingo en Las Palmas de Gran Canaria. Dicen las crónicas que Soria fue reelegido presidente regional con el 90,83% de los votos, y es verdad, pero de los votos cuyos propietarios estaban presentes en la sala. Pero hagamos otras cuentas: de los 715 compromisarios, sólo estaban allí en momento tan culminante 480, de los que 50 osaron no votarle. Es decir, que 235 compromisarios salieron en ese momento a fumar o al mingitorio. Si a ellos sumamos los 50 osados, tenemos 285 que no votaron la candidatura búlgara. Luego, si 715 fuera el cien por cien, 430 que votaron que sí, viene a ser el 60,1%, es decir, casi el 61 de las mujeres encantadas de conocerse dentro del PP. No sabemos si incluir en la lista de fumadores o incontinentes a Benicio Alonso, portavoz de la derecha/centrista en el Cabildo de Tenerife, que no acudió al congreso aunque sí a Las Palmas. Dicen que recibió la visita de un motorista comunicándole lo bien que haría en no constituirse en el auditorio. Cosas búlgaras.