No es el cantante sino el edificio que el promotor Julio Gutiérrez, cliente preferencial del despacho del ex concejal del PP Jorge Rodríguez, el que nos ocupa las próximas líneas. Este lunes se armó en la comisión de Urbanismo de Las Palmas de Gran Canaria, que promete estar jugosita de aquí a las elecciones, periodo carnavalero incluido. El grueso de la información la tienen en la noticia que publicamos en la sección correspondiente, pero traemos aquí a colación la preocupación municipal por el estado de los negocios del promotor. A tenor de lo dicho este lunes en la comisión de Urbanismo, el Ayuntamiento ni expedientó ni empapeló al promotor porque, de haberle exigido las compensaciones correspondientes, el hombre se arruinaría. Y como no está en los cálculos de este Ayuntamiento contribuir a la ruina de ningún empresario ni promotor, pues rianga, entre todos pagaremos los dos millones y pico de euros (350 millones de pesetas de las viejas) que costará compensar a los afectados. La oposición se sube por las paredes y señala con dedo acusador al mentado Jorge Rodríguez de haber sido el que personalmente aportó los documentos pertinentes al expediente en cuestión para que todo saliera de la manera que ha salido. Es decir, un churro. Pero tranquilos, ningún empresario se arruinará de esta.