El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Un Womad no, dos
¿Un Womad? ¿Y por qué no dos? El alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, al frente de todos los concejales del PP en la Corporación, hizo este miércoles un requiebro inesperado: aprobó una moción del PSOE por la que se acuerda negociar el regreso del festival Womad a la ciudad después de despedirlo, con una patada en el culo que puso fin a una relación de años, en noviembre de 2011. Nadie esperaba, al menos nosotros, que el PP apoyara la moción, sobre todo después de haber oído a Juan José Cardona hace exactamente una semana en el programa El Debate, de la tele sumisa, diciendo que eso es un festival muy caro y que el Ayuntamiento está preparando una alternativa para el mes de noviembre, la fecha tradicional en el que se celebraba el aclamado festival: “En todo caso estamos preparando un festival para este mes de noviembre donde podamos realmente mirar a hacia ese público que demanda una oferta cultural como la que el Womad demandó (sic) en su día, pero evidentemente con unos costes muy inferiores a los que en su momento significó para esta ciudad”. O sea, que si el PP cumpliera con el tenor literal de la moción aprobada este miércoles, no sólo uno, tendremos dos festivales en la misma ciudad y el mismo mes. Qué bonitos son los periodos pre-electorales, oye.
Verdades a medias, como siempre
Pero dijo muchas más cosas el alcalde sobre el Womad en esa franja del programa de TVE-Canarias. Por ejemplo, que si se abaratan los costes y otras administraciones arriman el hombro, él no tendrá inconveniente en devolver el Womad a la ciudad. Es una lástima que haya olvidado un par de detalles que seguramente considerará insignificantes. El primero, que el Womad de 2011 fue un guiñapo porque se empeñó en hacer un festival de un solo día que costó unos 250.000 euros, lo que demuestra que había predisposición para adaptarse el presupuesto municipal. Segundo, que conoce la experiencia de Cáceres, donde el PP de ese Ayuntamiento, de la Diputación y de la Junta de Extremadura hacen en mayo un Womad de dos días por 360.000 euros. Y tercero, que el Ayuntamiento que gobernó Jerónimo Saavedra tuvo que apencar con la financiación total del festival porque desde el Gobierno un tal José Manuel Soria, su jefe de filas, retiró la ayuda que tradicionalmente venía prestando a través de la Consejería de Turismo. Ahora que el PP no gobierna en la Comunidad Autónoma toca pedir que el Ejecutivo se moje con unas perrillas. Veremos si al menos se lo piden. O si, como otros muchos proyectos fantasmagóricos de esta mayoría de gobierno, este también se queda en agua de borrajas.
Las secuelas de Aguedita
Hablando de Turismo, de dinero y del PP. Ahí tienen la noticia de última hora que refleja que las negligencias y las trapisondas de algunos altos cargos de ese partido las seguiremos pagando los ciudadanos durante años. En 2014, sin ir más lejos, los vecinos de Las Palmas de Gran Canaria terminarán de pagar con sus cada vez más salados impuestos los 12 millones de euros que Soria pidió, siendo alcalde, para comprar el edificio de La Favorita, uno de los pelotazos más clamorosos de la historia reciente de Canarias, al que le salió un émulo en la finca de San Rafael, con el mismo Santana Cazorla haciendo de intermediario. Se tardan unos años en desentrañar la verdad y otros tantos en recomponer las maltrechas arcas que dejan los expertos en la devastación, pero al final todo se consigue reconducir. Águeda Montelongo, que era a la que queríamos retratar hoy nuevamente, dejó un agujero de 250.000 euros en el Patronato de Turismo por servicios que teóricamente se prestaron sin base presupuestaria y sin que mediara el respaldo legal oportuno. Este miércoles se reconoció extrajudicialmente el pago de 16.000, más que nada para que los sufridos proveedores no carguen con las negligencias de políticos tan lolailos como la señora Montelongo. Ella sigue empeñada en que lo hizo de puta madre, y que son estos piojosos que le han sucedido al frente del patronato los que no saben gestionar. Mientras, aguarda impaciente a que el magistrado que instruye su causa penal en el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (por su condición de aforada) dé carpetazo a la causa y no tengan que desfilar por el vetusto Palacio de Justicia de San Agustín todos esos altos cargos del PP a los que la señora secretaria segunda del Parlamento invitó a viajes y cuchipandas a Fuerteventura con dinero del Patronato. A ver si el próximo presidente del TSJC da un empujoncito, que eso es lo que pretenden que haga algunos de los que están promoviendo al candidato favorito. Y perdón por lo de favorito.
Pediatría, al borde de otro ataque de nervios
No se habían apagado los ecos de la cerrada ovación que prácticamente todos los médicos del Servicio de Pediatría del Materno-Infantil de Las Palmas de Gran Canaria habían dedicado a la autoridad sanitaria, cuando sucedió algo inesperado. Habían celebrado que quedara desierta la plaza de jefe del servicio, a la que optaba el doctor Machado, al que casi nadie quería, pero nadie daba razón de cómo iba a cubrirse el vacío de poder, máxime después de que autorizaran al damnificado a tomarse dos meses de asueto con derecho a sueldo. La autoridad, sanitaria, por supuesto, tanteó a algunos de los médicos más veteranos, que declinaron la invitación cada uno por sus propias razones, mayormente la inminencia de la jubilación una vez la misma autoridad ha rebajado a 65 años lo que antes se arreglaba a los 70. No quiso, esa misma autoridad, nombrar interinamente a la otra aspirante, la doctora Antúnez, ni al jefe clínico que habitualmente sustituye al jefe del servicio en su ausencia. Sin muchas más gestiones ni tanteos entre los 30 facultativos, algunos con galones de general, a la gerencia no se le ocurre nada mejor que imponer como jefa del servicio a la doctora Svetlana Pavlovic, hasta ahora responsable de las urgencias en el mismo hospital. El cabreo ha sido supino porque suena a castigo, “a bofetón, a desprecio”, en palabras de uno de los pediatras consultados. La doctora Pavlovic, a la que por economía fonética se la conoce por el nombre de Paula, carece de la autoridad profesional exigible para dirigir a un equipo de médicos entre los que se cuentan prestigiosos pediatras con trayectoria científica y facultativa de indudable prestigio. No se le conocen publicaciones, ni se le reconoce veteranía ni autoridad. Además, no tiene plaza en propiedad, fue colocada en Urgencias por la misma modalidad digital con la que la imponen ahora en Pediatría… La lectura más extendida, con su lógica correspondiente, es que las cabezas pensantes han preferido a una responsable cómoda y obediente, con estabilidad laboral limitada, a un médico con conocimiento, autoridad y colmillo que pueda inquietarle. La decisión ya ha provocado, como podrán imaginarse, las primeras reacciones y la activación de los mismos comandos que operaron cuando hubo que oponerse a los modales del defenestrado doctor Francisco Machado. Les iremos contando porque suenan de nuevo tambores de guerra.
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