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Sobre este blog

Empecé a leer cómics a la misma vez que aprendí  a leer y, desde entonces, no he parado de hacerlo. En todas estas décadas he leído cómics buenos, regulares y no tan buenos, pero siempre he creído que el lenguaje secuencial es la mejor -y más idónea- puerta de entrada para leer tanto letras como imágenes. Ahora leo más cómics digitales que físicos, pero el formato me sigue pareciendo igualmente válido y sigo considerando el cómic un arte.

ALITA

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No obstante, había algo en aquella niña cibernética que la diferenciaba del resto de propuestas y que, de alguna u otra forma, te obligaba a peregrinar hasta la librería especializada más cercana y gastarte la astronómica cifra de 275 pesetas de aquella época, en un momento en el que un cómic de grapa costaba la mitad y, encima, impreso en color, cosa que no pasaba con los tomos de 48 páginas de Alita presentados por Planeta-DeAgostini, en blanco y negro.

Detalles como la falta de una sección de cartas de los lectores, una impresión un tanto modesta, una traducción bastante cuestionable y una nula promoción de la serie no impidieron que, tras su publicación, ésta desapareciera de las estanterías de las pocas librerías especializadas que existían en aquellos momentos -agotándose, casi por completo, un año después de su lanzamiento- para sorpresa de una editorial que lanzó la cabecera sin tener muy claro cuáles eran las posibilidades reales del personaje.

Alita, plagada de situaciones extremas, personas grotescas, imposibles e histriónicas y dibujada con un ritmo casi se diría que extenuante no sólo ofrecía todo lo anteriormente dicho, sino un sinfín de reflexiones sobre la manera en la que los seres humanos nos relacionamos con nosotros mismos y con una tecnología que, entonces, no era tan determinante como lo es ahora mismo. Además, la determinación de Alita, empeñada en no dejarse influir por nada ni por nadie, la convertían en un personaje femenino que se anticipó varias décadas a los movimientos sociales que luchan, en este preciso momento, por reivindicar el verdadero papel de la mujer en nuestra sociedad.

Inmune al desaliento, tenaz, inteligente y dotada de una capacidad de sacrificio digna de ser mencionada, las andanzas gráficas de Alita terminaron por condicionar a toda aquella generación que nos apuntamos al formato manga, cuando ni siquiera los llamábamos así.

Tras la sorpresa inicial, ante el éxito de la primera parte, debieron pasar cuatro largos años hasta que la editorial publicó las cinco partes restantes de la historia original, a lo largo de otros treinta y nueve números que, además de incrementar el precio de portada original -cada ejemplar de la serie acabó costando 325 pesetas, frente a las 275 pesetas de la primera parte- terminó por ofrecer, a diferencia de la primera entrega, diversas secciones a modo de complemento, ilustraciones e historias inéditas.

De aquellos años también data la versión animada del personaje, dos OVAs que adaptaban los dos primeros tomos de la edición original, lanzada al mercado por la siempre recordada Manga Films, y que, sin destacar por la calidad de su animación, sí que ayudó a mantener vivo el interés de un personaje que, con los años, ha ido alcanzado el nivel de reconocimiento y consideración que le fuera negado en su presentación en sociedad.

Quedan para la historia los cambios realizados en la traducción al inglés y que transformaron el título original de la serie de Yukito Kishiro Hyper Future Vision GUNNM al de Battle Angel Alita y al personaje principal, Gally, “bautizándola” para la versión de VIZ Media como Alita.

Una década después de aquello, la editorial decidió ofrecer una nueva y remozada versión del manga original titulado GUNNM. ALITA, ÁNGEL DE COMBATE (doce tomos publicados entre el año 2002 y el 2003) siguiendo luego con GUNNM. LAST ORDER (veinticinco tomos, publicados entre el año 2004 y el año 2016) GUNNM GAIDEN. OTHER STORIES (2010) y GUNNM. MARS CHRONICLE, serie de la que se llevan publicados cuatro tomos hasta la fecha de hoy.

Este mismo mes, y tras más de dos décadas de espera, los directores Robert Rodríguez y James Cameron, éste último en funciones de producción y guión, han logrado estrenar la tantas veces comentada a lo largo de la última década adaptación cinematográfica del personaje de Yukito Kishiro, en una epopeya de 122 minutos que, a pesar de la ceguera e ignorancia de muchos escribientes, ni perjudica ni vulnera el espíritu original de la obra gráfica original, sino que la lleva un paso más allá, sin dejarse demasiadas cosas por el camino.

No hay que perder de vista que la intención del tándem Rodríguez/ Cameron, secundados en la labor de guionistas por Laeta Elizabeth Kalogridis, era adaptar los cuatro primeros tomos de la serie original y, además, poner especial hincapié en el desmedido y sanguinario juego del “Motorball”, cuyo desarrollo conforma buena parte del legado iconográfico que la serie ha aportado a la cultura popular contemporánea. 1

Y vistos los resultados de la narración cinematográfica de la primera de las adaptaciones al formato cinematográfico del personaje de Alita, la intención inicial se cumplió, amén de plasmarnos por el camino algunos esbozos del pasado de la amnésica androide y del escenario en el que se desarrolla la acción y, cómo no, quién maneja los hilos en este tablero de juego. Habrá quien critique los exagerados ojos del personaje -todo un respetuoso homenaje por parte de James Cameron al manga original (2)- pero lo cierto es que el legado de aquella serie que, tres décadas atrás, algunos íbamos a comprar mes a mes permanece intacto en la película dirigida por Robert Rodríguez.

Si me admiten el comentario, les recomendaría que vieran la película, la cual se puede disfrutar sin tener ninguna noción de la serie gráfica y luego se leyeran la serie gráfica original, tanto la versión española publicada por Planeta DeAgostini como la nueva versión inglesa, publicada por la editorial Kodansha en tapa dura y en seis volúmenes. En ambos casos e, independientemente del idioma escogido, seguro que disfrutarán con la experiencia de conocer de cerca, y con todo lujo de detalles, al personaje de Alita.

© Eduardo Serradilla Sanchis, Helsinki, 2019.

Manga

Alita. Battle Angel © 2019 Kodansha Advanced Media. All rights reserved.

Película

Alita: Battle Angel © 2019 Twentieth Century Fox, Lightstorm Entertainment, Troublemaker Studios, Stereo D & TSG Entertainment

Para más información sobre la serie gráfica que se cita en este artículo, tanto en versión española como en versión inglesa, por favor consulte el siguiente link: www.leprechaun.es/

Notas:

1- El guión original consta de 186 páginas, a las cuales hay que sumar las más de seiscientas páginas de notas escritas por James Cameron a lo largo de los años de preproducción de la película.

2- Director Robert Rodriguez, in an interview with Empire magazine on December 8, 2017, explained the decision for the design of Alita's eyes: It was always Jim [Cameron]'s intention to create a photo-realistic version of the manga eyes that we're so accustomed to seeing. We really wanted to honour that tradition and see that look standing next to any human character. To have the right person to emote behind it was really essential. Her origins are in the film and you understand why she looks that way. If the eyes are the windows to the soul, we have some pretty big windows. You can see a lot going on in there! When it gets to the emotional scenes it's really uncanny and striking. And captivating!

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Empecé a leer cómics a la misma vez que aprendí  a leer y, desde entonces, no he parado de hacerlo. En todas estas décadas he leído cómics buenos, regulares y no tan buenos, pero siempre he creído que el lenguaje secuencial es la mejor -y más idónea- puerta de entrada para leer tanto letras como imágenes. Ahora leo más cómics digitales que físicos, pero el formato me sigue pareciendo igualmente válido y sigo considerando el cómic un arte.

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