La idea, además, pretendía acercar aquellos segmentos de público que, aunque encantados con dichas adaptaciones cinematográficas, no tenían ninguna relación con el mundo gráfico. Nada mejor que ofrecer más de medio centenar de ejemplares, en donde era posible encontrar grandes clásicos del cómic (Buck Rogers, Flash Gordon, etc.) pasando por los icónicos Batman, Superman y Wonder Woman, y terminando por las últimas novedades del mercado.
Este año, en España se han sumado más de un centenar de librerías a esta iniciativa. Cuatro de ellas están en las Islas Canarias, tres en Gran Canaria y una, en Tenerife. De las librerías insulares me ha llamado la atención el programa de actos de El Desván del Leprechaun no solo porque ofrezca los ya comentados cómics, sino porque todo aquel que acuda a la tienda podrá, además, encontrar proyecciones de películas, un concurso de Cosplay con premio para el vencedor y, como novedad, El Desván presenta la Leprechaun Mystery Box, otra idea exportada de los Estados Unidos de América, que ha obligado a los responsables de la tienda a diseñar una caja y una camiseta exclusivas para este evento.
Esto podrá sonar baladí, pero en los tiempos que corren, donde lo primero que se corta es cualquier tipo de promoción y/o iniciativa promocional, que una empresa se moleste en crear un producto exclusivo, para deleite de quienes disfrutan con este tipo de ideas, merece ser tomado en consideración.
Invito -sobre todo a aquellas personas que no tienen especial afinidad con este tipo de locales- a que visiten El Desván del Leprechaun (C/Isla de Cuba, 28. Las Palmas de Gran Canaria) y descubran por si mismos qué se esconde detrás del Día del Cómic Gratis, y de la Leprechaun Mystery Box. Seguro que no se sentirán decepcionados.
© Eduardo Serradilla Sanchis, 2016
© El Desvan del Leprechaun, 2016
Sobre este blog
Empecé a leer cómics a la misma vez que aprendí a leer y, desde entonces, no he parado de hacerlo. En todas estas décadas he leído cómics buenos, regulares y no tan buenos, pero siempre he creído que el lenguaje secuencial es la mejor -y más idónea- puerta de entrada para leer tanto letras como imágenes. Ahora leo más cómics digitales que físicos, pero el formato me sigue pareciendo igualmente válido y sigo considerando el cómic un arte.
