Sobre este blog

Empecé a leer cómics a la misma vez que aprendí  a leer y, desde entonces, no he parado de hacerlo. En todas estas décadas he leído cómics buenos, regulares y no tan buenos, pero siempre he creído que el lenguaje secuencial es la mejor -y más idónea- puerta de entrada para leer tanto letras como imágenes. Ahora leo más cómics digitales que físicos, pero el formato me sigue pareciendo igualmente válido y sigo considerando el cómic un arte.

ENTREVISTA CON CHRISTIAN DOUGLAS

Christian Douglas

Christian Douglas Tras leer con detenimiento tu trayectoria profesional, la primera conclusión a la que se llega es muy obvia; es decir, si se pone empeño, una persona es capaz de hacer multitud de cosas sin necesidad de que estas estén, necesariamente, relacionadas. Esta reflexión sirve para explicar cómo un licenciado en filología inglesa, también ha sido director teatral, productor, guionista, actor, bailarín, escritor, profesor y traductor, además del responsable de reinventar la mitología que rodea a personajes tan clásicos como lo es Caperucita roja y sobrevivir en el intento. No obstante, ¿cómo se definiría Christian Douglas, para así “romper el hielo” de esta entrevista?

Me gustaría definirme como un contador de historias. A veces las historias gustan más o menos, pero el espíritu detrás siempre es el mismo. Todo lo que comentabas anteriormente de mi paso por el teatro, cine, narrativa, poesía, etc. tiene esa cuestión en común; es decir, el medio es lo de menos, si la idea es lo suficiente buena y se trabaja a consciencia en ella.

Nuestro primer encuentro se desarrolló durante la última jornada del Salón Internacional del Cómic de Barcelona del año 2015. En aquella ocasión, me presentaste tu primera obra gráfica como escritor e ideólogo, Cuentos Impopulares, la cual reseñé en esta misma sección el 17 de junio de ese año. Ahora, sin embargo, me gustaría que me hablaras de la génesis del proyecto y qué fue lo que te llevo hasta el noveno arte. ¿Influyó el haberte criado en los Estados Unidos de América, un escenario en el que este tipo de proyectos suele ser mejor recibido que en nuestras latitudes?

Todo periplo vital influye en la obra de un autor, ya sea haberse criado en EEUU o haber tenido una infancia plagada de mudanzas. Lo de escoger el noveno arte es más debido a la facilidad de producción y la demanda del mismo. Mi última producción antes de ésta había sido una animación por encargo. Los cuentos impopulares son un proyecto transmedia y puede ser llevado a casi cada formato imaginable -y se hará, con el tiempo- pero queríamos empezar con el cómic por ser algo tangible, y más fácil de financiar que, pongamos por ejemplo, una película.

En estos dos años, ¿cuáles han sido las reacciones ante tus Cuentos Impopulares?

Las reacciones han sido muy directas y viscerales. A la gente le encanta o lo rechaza directamente, por una multitud de razones que ahora no vienen al caso, pero que pueden resumirse en una mera cuestión de gustos. Todavía en España hay un gran estigma en cuanto el comic, pues se considera que es algo para niños y que debe ser de superhéroes.

¿Ha habido algún elemento que te hayan alabado y/o criticado en demasía?

Alabado, lo arriesgado y original de la propuesta. Se ha criticado el tono erótico y “para adultos” de la obra.

Sé que has cambiado algunas cosas en estos dos años, ¿cuáles han sido, y por qué? A pesar de los cambios, ¿sigues estando contento con el resultado?

No se han cambiado cosas exactamente. La primera edición del comic salió incompleta porque el primer dibujante se puso enfermo. Al lanzarse la novela se intentó mejorar y completar el material anterior. Y no, no estoy del todo satisfecho. En todas mis obras veo siempre defectos, cosas que mejorar y para mi gusto nunca están 100% terminadas. Yo hablo de aceptable para cuando lanzamos algo, porque sí no jamás entregaría nada al público. Soy un poco neurótico con todo aquello que lleva mi nombre.

Además del cómic en lengua castellana y lengua inglesa, también se puede encontrar un art-book que reproduce bocetos, sketchs, páginas terminadas y diversas ilustraciones con los personajes principales. ¿Dicho art-book responde a la necesidad de cuidar todos los detalles inherentes de una promoción, un área que, también, se cuida mucho mejor en el mercado anglosajón que en el nacional, o no?

Al Art-book responde a una petición de nuestros lectores, tanto españoles como anglosajones. Querían una obra en la que se incluyera los procesos, bocetos, ideas descartadas y demás secretos.

Dos años después, te descuelgas con Cuentos Impopulares: Los archivos perdidos, -en formato novela gráfica y junto con cinco escritores y seis dibujantes, además de ti- una suerte de “historias jamás contadas”, pero que muchos queríamos conocer de cerca. ¿Qué te llevó a desarrollar este proyecto, mucho más denso y que cuenta el pasado de los personajes que, previamente, vimos en el cómic?

No es una novela gráfica, es una novela ilustrada. El por qué se debe al mismo punto anterior; es decir, demanda del público. Muchos lectores me preguntaban en salones, por redes sociales, o correo, quiénes eran realmente estos personajes, o el porqué de ciertos elementos o comportamientos. Y nuestros seguidores (los impopulares, les llamo yo) siempre obtienen lo que quieren.

¿Qué fue lo que más te costó y cuánto tiempo invertiste en el trabajo?

Lo más difícil siempre es reunir un equipo con garantías, aunque esta vez -y gracias a la buena respuesta del trabajo anterior y mi seriedad dentro del mercado indie- las cosas fueron mucho más fáciles.

Está claro que la principal motivación de esta novela es la de contar el pasado de unos personajes que conociste en las páginas de un cómic, pero ¿te basaste en alguna fuente de inspiración previa, ya fuera gráfica y/o cinematográfica para plantear el desarrollo de toda la idea?

¿Basarme en algo previo para la novela? No, todas las semillas ya estaban plantadas y regadas mucho antes de la salida del cómic. Por cuestiones de presupuesto y tiempo, muchas de estas cuestiones no fueron abordadas directamente en la obra primigenia y este nuevo capítulo nos permitió quitarnos ese gusanillo casi del todo.

A título personal, me encantó la novela, pero, admito que las historias que más me gustaron son la protagonizada por Coffy -escrita por Rafael Ruíz Dávila e ilustrada por Guada Pinos-, que se detiene en el pasado de Yoko, según un guión de Drew Dewsal e ilustrado por Chuma Hill, y el último capítulo, dedicado a Caperucita, obra tuya y de Claudio Sánchez Viveros. ¿Qué libertad tuvieron los autores a la hora de escribir cada uno de los capítulos?

La libertad no fue total por cuestiones de continuidad y coherencia para con la obra anterior. Es más, había una lista de sucesos y perfiles de personajes que había que respetar a rajatabla. A partir de ahí, hubo muchas aportaciones de los autores, cosas de cosecha propia como por ejemplo el tema del lobo en la historia de Yoko o la forma de Coffy de contar su historia como un cuento antes de irse a dormir.

El proyecto está financiado gracias a una campaña de crowdfunding, herramienta que llevas utilizando desde hace años y con resultados más que notables, por no decir, sobresalientes. ¿Crees que en nuestro país se sabe utilizar esta herramienta de la misma forma en la que se utiliza en otros países? Si la respuesta es negativa, ¿cuál consideras tú que es la razón de dicha carencia?

En España se debe utilizar más aún que en otros países. Lamentablemente, el público en estas tierras no está muy educado en cuanto a pagar por la cultura y ésa es la principal causa de la falta de oferta diferente al cómic de superhéroes y la marcha de la gran mayoría del talento español a EEUU/Francia o Japón. A esto se suma la sangría de impuestos que debemos soportar los que queremos crear algo y las nulas ayudas gubernamentales.

¿Se podrá encontrar la novela en el mercado nacional?

Sí, tanto la novela como la segunda edición del comic han sido editadas y distribuidas por editoriales jóvenes, pero increíblemente solventes, Apache libros (novela) y Nowevolution (comic). A nivel digital, en España, la distribución la hacemos directamente nosotros.

Mientras hablábamos en Barcelona durante el salón de este año 2017, me dijiste que no estabas contento con la situación del mercado, y con todo lo relacionado con el mundo de la cultura y la creación en España. ¿Cuáles son tus reflexiones sobre este tema?

Ningún creador en España está contento con la situación. El público que consume cultura mengua año tras año, no rejuvenece, además de qué se está haciendo muy endogámico todo el asunto. A día de hoy hay un estigma social para con los creadores y una subcultura alarmantemente creciente de personas que quieren consumir productos culturales de manera gratuita, destruyendo así cualquier intento creativo.

Me gustaría ser optimista, pero veo muy poco movimiento por parte de todas las partes implicadas -tiendas, editoriales, distribuidores y autores- para educar al gran público y crear cantera. Alabo enormemente el trabajo de compañeros como Carmona en Viñetas, Neuh y el Saloncito del comic, pues se esfuerzan por enseñar a las nuevas generaciones a respetar el trabajo de tantos y tantos excelentes creadores que tenemos. Hace unos días vimos los nominados al premio Eisner, el más prestigioso de este medio, y contaba con hasta 5 nominados españoles... Sobra talento, falta público.

¿Qué le recomiendas a una persona que se quiera dedicar, por ejemplo, a crear una historia gráfica, tal y como Cuentos Impopulares?

Que se tome su tiempo en montar un buen equipo de trabajo. 2) Que tenga claro y elabore un plan de empresa, pues esto debe ser rentable en un corto espacio de tiempo. 3) Que prepare la obra, además, en inglés y francés (al menos, para empezar) 4) Que valore empezar desde el crowdfunding, pues es una herramienta increíble de darse a conocer y captar público consumidor. Para esto último que busque asesoría de profesionales y que cree su campaña con tiempo y con mimo.

¿En qué estás trabajando ahora mismo?

Estoy trabajando en varias cuestiones:

A) El segundo volumen de los Cuentos Impopulares: el bello y la bestia, una historia sobre nuestra sociedad de la imagen y la banalidad B) Una historia juvenil con personajes animalescos C) Un videojuego basado en otro de mis personajes D) Una antología de comics basados en la inteligencia artificial, distopías y demás futuribles.

¿Cuándo saldrá al mercado el segundo volumen de Cuentos Impopulares?

Esperemos que esté para navidades de este año 2017. Esta vez no recurriremos al crowdfunding.

Si tienes alguna cosa más que decir, no dudes en hacerlo.

Agradecerte a ti, Eduardo, el gran trabajo de investigación que desprenden tus preguntas, tus halagos hacia la obra, y la grata compañía cada vez que coincidimos.

Recomendamos a todos tus lectores a que le echen un vistazo a las obras. Prometemos historias incomodas y horas de entretenimiento para adultos Más información en www.cuentosinpopulares.es

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Empecé a leer cómics a la misma vez que aprendí  a leer y, desde entonces, no he parado de hacerlo. En todas estas décadas he leído cómics buenos, regulares y no tan buenos, pero siempre he creído que el lenguaje secuencial es la mejor -y más idónea- puerta de entrada para leer tanto letras como imágenes. Ahora leo más cómics digitales que físicos, pero el formato me sigue pareciendo igualmente válido y sigo considerando el cómic un arte.

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