Sobre este blog

Empecé a leer cómics a la misma vez que aprendí  a leer y, desde entonces, no he parado de hacerlo. En todas estas décadas he leído cómics buenos, regulares y no tan buenos, pero siempre he creído que el lenguaje secuencial es la mejor -y más idónea- puerta de entrada para leer tanto letras como imágenes. Ahora leo más cómics digitales que físicos, pero el formato me sigue pareciendo igualmente válido y sigo considerando el cómic un arte.

HEAVYMETAL

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Sin embargo, todo empezó en el bullicioso “Mayo del 68”, fruto de la mente y los lápices de tres visionarios. Jean-Pierre Dionnet, Philippe Druillet y Jean Giraud “Moebius formarán el germen de lo que después se conocerá como: ”Les humanoides asociés“. Su aparición coincidió con un tiempo de cambios de retrasos en la publicación de la mítica revista ”Pilote“, las tiranteces en las relaciones entre su creador, René Goscinny -padre de Asterix- y muchos artistas, y en los problemas con los contenidos que dichos artistas querían plasmar en sus páginas.

El resultado desembocó en la ruptura de las reglas establecidas, por parte de muchos de los creadores del fandom francés, y en la salida al mercado de nuevas propuestas más varguardistas como: “Lécho des savages”, “Mormoil” y “Fluide gracial”.

Entre tanta agitación, los tres visionarios antes citados, lanzaban al mercado, “Metal Hurlant. La criatura nació con un objetivo muy claro: explorar el género de la Ciencia Ficción, sobre todo en sus facetas más vanguardista y filosóficas. La admiración por los clásicos daba paso al culto por los autores del género como: Philip K. Dick, Isaac Asimov, Theodore Sturgeon o Alfred Bester.

En un editorial, de los comienzos, Giraud reivindicaba la posibilidad de: imaginar un relato en forma de elefante, campo de trigo o llama de una doliente cerilla.

Pero pronto fueron muchos los que se subieron al barco (Tardi, Bilall, Mandryka, Voss) y los universos paralelos compartieron espacio con el entorno del terror gótico, el erotismo y las historias de época (gracias al trabajo de Pratt o Hernández Palacios)

El momento histórico también colocó a la publicación dentro del pujante universo del Rock& Roll y el movimiento underground norteamericano.

Mientras tanto, el radar americano había detectado las excelencias de “Metal Hurlant” y Leonard Mogel, editor de la revista satírica “National Lampoon” se encargó de crear una versión Usa de la revista. Así nació “Heavy Metal”.

La premisa contaba con parte del material original francés, tomando Den de Richard Corben como bandera estética y añadiendo autores foráneos como: Howard Chaykin, Gray Morrow o Paul Kirchner, permisivos y entusiastas ante los experimentos de la nueva publicación.

Todos estos factores favorecieron al mercado del comic adulto norteamericano, dando como resultado el nacimiento de la línea Epic, en Marvel Comics, o el intercambio de historias de autores entre ambas publicaciones -como es el caso de la adaptación de la película Atmósfera cero realizada para Heavy Metal por Jim Steranko y luego publicada en Francia por Metal Hurlant-.

Por tanto, no nos debe extrañar que tal bullicio creativo acabara desencadenando en la realización de una fantasía-épica animada, maravillosa síntesis del concepto original del trío Dionnet-Moebius-Druilleet.

Taarna

El crítico y escritor Javier Coma lo resumía de la siguiente manera: Heavy Metal“ la película culminaba dos movimientos ascendentes y confluyentes a lo largo del último lustro cinematográfico norteamericano: la versión de comics en la gran pantalla, y la potenciación de los largometrajes en dibujos animados

La cinta producida por Columbia Pictures e Ivan Reitman/ Leonard Mogel, pretendía plasmar los principales elementos relatados en estas líneas y darles vida en una pantalla. Así, el trabajo de Richard Corben, Angus McKie o Dan O,Bannon -cuyas historias aparecieron en las páginas de la revista- se unen al talento del argentino Juan Jiménez, Mike Plog, Howard Chaykin y Neal Adams, para plasmar las ocho segmentos que forman “Heavy Metal”, transportándonos, a ritmo de Rock&Roll, al multiuniverso del Loc-Nar, narrador de la película y de una forma nunca antes vista en un pantalla, salvo por las cintas dirigidas por otro visionario como lo es Ralph Bakshi.

El pasado siete de agosto se cumplieron los treinta siente años, anteriormente citados, desde que se estrenó, pero su impronta y el espíritu gráfico de Metal Hurland/ Heavy Metal continúa vigente para todos los buenos aficionados al séptimo arte animado y al noveno arte, y espero que por mucho tiempo.

Dicho esto… ¿Se atreven a conocer la historia del Loc-Nar?

© Eduardo Serradilla Sanchis, 2018

© 2018 Columbia Pictures Corporation, Guardian Trust Company, Canadian Film Development Corporation & Famous Players

1- La premiere de la película se celebró el día 29 de julio del año 1981.

HEAVY METAL

Columbia pictures and Ivan Reitman-Leonard Mogel production

Usa 1.981. Duración: 87/ 90 (premiere) minutos

Guión: Dan Goldberg y Len Blum

Director: Gerald Potterton

Música: Elmer Berstein.

Canciones de: Black Sabbath, Mazaret, Steve Nicks, Trust, Devo, Donald Fajen, Riggs, Don Felden, etc

Voces: John Candy, Eugene Levy y Harold Ramis entre otros

Equipos creativos de cada una de las historias que componen la película

Solf Landing: Historia original de Dan O´Bannon

Dibujos: Thomas Warketing

Grimaldi: Historia y dibujo: Harold Whitaker

Harry Canyon: Historia: Dan Goldberg y Len Blum

Concepto gráfico y story-board: Juan Jiménez

Den: Historia y dibujos: Richard Corben

Captain Stern: Historia y dibujos: Berni Wrightson

B-17: Historia de: Dan O´Bannon

Story-board: Mike Ploog y Juan Giménez

So beatiful&so dangerous:

Historia original y dibujos de: Angus McKie

Diseño: Neal Adams

Taarna: Historia: Dan Goldberg y Len Blum

Diseño: Howark Chaykin

Sinopsis: “Heavy Metal” narra la historia de una extraña e inquietante esfera verde; el “Loc-Nar”, quien nos conducirá por los pasillos de su peculiar leyenda salpicada, ésta, de codicia, muerte y excesos, a lo largo de eones. Cada relato de la esfera nos conducirá al desenlace final donde seremos testigos de la eterna lucha entre el bien y el mal.

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Empecé a leer cómics a la misma vez que aprendí  a leer y, desde entonces, no he parado de hacerlo. En todas estas décadas he leído cómics buenos, regulares y no tan buenos, pero siempre he creído que el lenguaje secuencial es la mejor -y más idónea- puerta de entrada para leer tanto letras como imágenes. Ahora leo más cómics digitales que físicos, pero el formato me sigue pareciendo igualmente válido y sigo considerando el cómic un arte.

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