'Ansite' vuelve a llenar el Monopol en su séptimo pase

Diana Mendoza / Diana Mendoza

Amigos, gente del cine, el equipo al completo, y, sobre todo, muchas personas deseosas de ver el cortometraje Ansite, volvieron a llenar por séptima vez el Monopol para asistir a una nueva proyección de la cinta, tras ser premiada en el Festival Internacional de Cine de Agadir y en el Festival Internacional de Cine Bereber de París.

Algo poco habitual para un cortometraje, pero que explica muy bien por qué Ansite ha conseguido salir adelante, pese a las numerosas dificultades. “Conseguí hacer una película de 100.000 euros con un presupuesto de 3.000 gracias a la entrega de todo el equipo, más de 60 personas implicadas en un rodaje que duró seis meses, con muchos problemas, y esto sólo es posible si la gente cree en tu proyecto.” No en vano, al preguntarle por su mejor recuerdo del rodaje, Ravelo contesta casi inmediatamente: “fue cuando terminó la película, cuando rodamos el último plano, rodeado por el imponente paisaje de la Cruz del Milenio, en Santa Lucía de Tirajana, en ese momento, me sentí un poco como Bentejuí, pensé: resistí, toda esta gente ha dado lo mejor de sí por mi idea y, al final, lo hemos conseguido”.

Ansite no tiene nada que ver con lo que podríamos llamar su antecesora, la película hispano italiana de 1954, Tirma, una cinta que pese a los fastos de su épica producción y su plantel de estrellas, con el histriónico Marcelo Mastroianni y la explosiva Silvana Pampanini a la cabeza, no consiguió acercarse con sensibilidad (los indígenas canarios son presentados como indios) a la conquista de Canarias. Ha tenido que pasar más de medio siglo para que otro cineasta haya puesto su mirada sobre esta historia dónde se mezclan como en una coctelera todos los sentimientos humanos (amor, miedo, valor, rencor, ambición, etc.).

Esta nueva mirada es la del joven cineasta grancanario Armando Ravelo (Telde, 1982) ?al que sus actores definen como un director con las ideas muy claras-, que no sólo consigue acercarse lo más posible a la lucha del héroe indígena Bentejuí por la resistencia de su pueblo, sino que logra hacerlo emocionando al público con una gran fuerza visual y una magnífica puesta en escena. “Como director lo que me interesa es emocionar al público, me siento muy cercano a los conflictos que vivieron los indígenas”.

En relación a quienes buscan poner etiquetas o adherirse al proyecto Bentejuí, -del que forma parte Ansite y que tiene como objetivo llevar al cine la conquista de cada una de las islas mediante cortometrajes-, Ravelo aclara de forma rotunda que “no tiene nada que ver con ninguna idea independentista o nacionalista”. “No recibí llamada alguna de ningún político cuando estaba rodando, aunque sí he recibido algunas después de los dos premios en Agadir y París, pero, sinceramente, me importan poco”, confiesa el joven cineasta. Algo coherente con su modo de concebir el cine, “de las instituciones sólo me preocupa que me den facilidades a la hora de rodar”, explica con media sonrisa, “no creo en el sistema de subvenciones, es un modelo obsoleto que sólo favorece el servilismo y la independencia”.

Autodidacta en el cine y admirador de directores como Kurosawa, David Lynch, Clint Eastwood o Mel Gibson, Ravelo apuesta por Canarias como lugar para seguir contando historias porque aquí también pasan cosas, “pienso que es fundamental la mirada que uno tiene, nuestra perspectiva, creo que deberíamos cultivar más nuestro amor propio, ni todo lo canario es malo ni todo lo que viene de fuera es tan bueno”.

En un año en el que están desapareciendo figuras emblemáticas del cine español, supone un soplo de aire alentador encontrar profesionales como Armando Ravelo, que son la savia nueva del cine y que demuestran que, con entusiasmo y entrega, es posible sacar adelante los proyectos de esta gran fábrica de sueños que es el cine. Confiesa que le gustan también las historias de humor, de ciencia ficción, “me gustaría hacer una película sobre civilizaciones perdidas”. Aunque, de momento, toda su atención está puesta en Tierra de Fuego, el próximo corto de la saga, que contará la conquista de Lanzarote por los normandos al servicio del reino de Castilla. Comenzará a rodarla en agosto, por lo que habrá que esperar todavía unos meses para verla.

Respecto a su próximo proyecto, Ravelo no se siente presionado por la buena acogida de Ansite, “los premios recibidos, los halagos, no me hacen sentir satisfecho, me siento siempre en tensión y mi línea es seguir trabajando”. El actor grancanario Rubén Darío interpretará el papel protagonista, el del líder indígena Guadarfía, en esta nueva cinta de Ravelo, que tendrá un fuerte componente visual y físico y que promete, cuánto menos, captar la atención del público como lo ha hecho su predecesora Ansite.

Etiquetas
stats