'Cabaret', el musical por antonomasia, desembarca en junio en Tenerife

El Teatro Guimerá de Santa Cruz de Tenerife recreará en junio al Berlín decadente y sórdido del auge nazi, en la década de los 30 del pasado siglo, con el desembarco de los 30 artistas que llevan a escena Cabaret, al que sus productores definen como “el musical por antonomasia”.

El musical llegará al teatro tinerfeño en quince representaciones del 14 al 24 de junio, aunque las entradas se ponen este viernes a la venta, y se escenificará el mismo montaje con el 90% del elenco de actores que lo han representado desde 2003 en Madrid, y que han emprendido una gira con la que la función ha sobrepasado el millón de espectadores.

El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, José Carlos Acha, explicó en rueda de prensa que aunque no se levantará el patio de butacas del Guimerá para instalar al público en mesas circulares de cabaré, como en la obra original, en el resto de elementos “se respirará la magia” del musical.

Ángel Delgado, gerente de giras de la productora Stage Entertainment, detalló que la obra parte de la producción que realizó en 1999 el cineasta Sam Mendes, autor de American Beauty, y Rob Marshall, que escogieron aspectos de las anteriores recreaciones de la obra, y fundamentalmente de la película dirigida en 1971 por Bob Fosse y que protagonizó Liza Minnelli.

En España la dirección dramática corrió a cargo de Jaime Azpilicueta y el espectáculo lo realiza una orquesta en directo, con tres números añadidos a los ya conocidos de la película, dijo Gonzalo Pérez, programador de la gira y miembro de Vértigo Producciones.

Cabaret está protagonizada por Marta Ribera como Sally Bowles, la chica de cabaré “ingenua y maltratada por la vida” que se enamora del escritor americano Cliff Bradshaw, un personaje ambiguo a quien da vida Jesús Cabrero.

Otra historia de amor paralela es la que viven la dueña de la pensión donde habita Slly con un frutero judío, pues es una historia “marcada por la intolerancia” y que acaba con una imagen de una cámara de gas.

El hilo conductor de la historia es el emblemático maestro de ceremonias del cabaré Kit Kat Club, que en esta ocasión encarna Víctor Masan.

Es una función en la que “abundan las sonrisas pero no faltan las penas”, con una escenografía decadente y el ambiente “cutre” del cabaré, y un vestuario en el que predominan “los ligueros, las carreras en las medias” y el maquillaje sobrecargado, añadió Angel Delgado.

Gonzalo Pérez subrayó que la gira ha pasado por 22 ciudades españolas y se prolongará hasta 2008 “visto el éxito”, pues es habitual que una semana antes de cada estreno se hayan agotado las localidades.

Pérez consideró además que los teatros a la italiana, como el Guimerá, ayudan a escenificar “el ambiente perfecto” de la obra, mientras que Delgado precisó que los productores “tenían miedo” de iniciar una gira “con una producción tan potente”, en la que se necesitan cuatro camiones para desplazar el material.

Sin embargo ahora creen que la función tiene “un éxito interminable” y los productores planean además estrenar en Madrid en el segundo semestre de este año un nuevo musical, Jesucristo Superstar, y están en fase de pre-producción de Dirty Dancing.

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