“Einstein era igual de relativista que sus teorías”

MADRID, 24 (EUROPA PRESS)

El escritor y periodista Philip Sington (Cambridge, 1962) especula sobre el destino de la hija secreta de Albert Einstein en 'La chica Einstein' (Alfaguara), su nuevo thriller histórico que es, a su vez, “una historia, llena de suspense, sobre el amor y las ansias de conocimiento” que transcurre dos meses antes de la llegada de Hitler al poder en Berlín. Para el autor, Albert Einstein, “una de las mentes más influyentes del siglo XX, era igual de relativista que sus teorías”.

La trama de la novela se inicia con el descubrimiento de una bella joven desnuda y casi moribunda en los bosques a las afueras de Berlín. Cuando por fin despierta de su coma, no puede recordar nada y la única pista sobre su identidad es un programa encontrado cerca de ella en el que se anuncia una conferencia de Albert Einstein.Los periódicos se apresuran a bautizarla como 'la chica Einstein'.

El psiquiatra Martin Kirsch no es consciente de que éste será su último caso. Decidido a toda costa a descubrir la verdad sobre 'la paciente E', sus investigaciones le llevan a un remoto rincón de Serbia, pasando por un hospital psiquiátrico en Zurich.

LA PARTE OSCURA DEL MITO

“La figura de Einsten me ha cautivado durante más de 20 años”, indicó Sington, quien señaló que la clave de la historia la encontró en las cartas privadas entre el científico y su primera mujer, Mileva Marié, que salieron a la luz treinta años después su muerte. En estas cartas se dejaba constancia de la existencia de una hija secreta entre ambos, que tuvieron un año antes de casarse y de la que nunca se ha llegado a saber prácticamente nada, entre otras cuestiones, porque muchos otros documentos privados han sido deliberadamente destruidos por gente que no quería que se supieran“.

Para Sington, esta hija proscrita permite reflejar “la parte más oscura o menos conocida” de la personalidad del científico. “Einstein era un hombre tremendamente independiente y distante con su familia ya que estaba convencido de que sólo desde el aislamiento podía dar rienda suelta a sus teorías”, explicó el escritor. En este sentido, Sington afirmó que la hija “fue el precio que tuvo que pagar el científico para llegar donde llegó”.

Para el autor, la capacidad de seducción de las ideas de Einstein reside en el hecho de que, “desde el punto de vista de la mayoría de las mentes racionales, parecen fantásticas e incluso ridículas” y lo que a muchos nos resultaba obvio como, la concepción del espacio, el tiempo y el movimiento, “Einstein lo desmonta y nos demuestra la extraña manera con la que se comporta el universo”. “No en vano Einstein tenía su propio dicho, que afirmaba que había dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana y no estaba seguro de la primera”, bromeó.

Por otra parte, Sington reconoció que quería que su relato no sólo “explorase el interior psicológico y emocional del genio”, sino que también reflejara, “en la estructura de la propia novela”, parte del universo que él descubrió. “Deseaba contar una historia humana absorbente, pero también quería que mis lectores tuvieran un 'momento Einstein' de revelación en el que se librasen de sus prejuicios y sus ideas sobre tiempo y espacio, causa y efecto, aunque sólo fuera por unos instantes, para adentrarse en su extraño y paradójico mundo”.

Sington no descartó que esta novela se lleve al cine como ya ocurrió con 'Carriers', uno de los seis thrillers que escribió en colaboración con Gary Humpreys bajo el pseudónimo conjunto de Patrick Lynch. “Creo que 'La chica Einstein' funcionaría mejor como serie para televisión”, destacó el autor, quien señaló a la televisión alemana como una de las mejores candidatas para hacerlo.

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