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El Sun&Stars se estrena ante 18.000 personas con un derroche de música latina

Juan Luis Guerra, durante el concierto en Gran Canaria

EFE

Las Palmas de Gran Canaria —

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El Festival Sun&Stars, la nueva creación de los responsables del Starlite, se ha estrenado este sábado en Gran Canaria ante 18.000 espectadores con todo un derroche de música latina en diferentes estilos, de la mano de figuras como Juan Luis Guerra, Bisbal, Daddy Yakee o Tego Calderón.

Las diez horas del festival se ponían en marcha a media tarde con los colombianos Trapical Minds, un cuarteto que toca reguetón, hip-hop, soul y funk; la tinerfeña Ana Guerra, uno de las grandes descubrimientos de las últimas ediciones del concurso televisivo Operación Triunfo, y el cantante sevillano Beret, reciente apuesta de la discográfica Warner Music.

Tres estilos diferentes para calentar el ambiente antes de que comenzaran a subir al escenario los cuatro grandes nombres del cartel: el puertorriqueño Tego Calderón, el dominicano Juan Luis Guerra, el español David Bisbal y el estadounidense Daddy Yankee.

Por ese orden, los cuatro artistas fueron elevando la temperatura del estadio de Gran Canaria hasta bien entrada la madrugada, en conciertos que no dejaron indiferente a ningún amante de la música latina, desde la salsa más clásica de Juan Luis Guerra, hasta el reguetón urbano de dos de las grandes referencias del género, Calderón y Yankee, pasando por los éxitos de Bisbal.

El primer de ellos en abrir fuego fue Tego Caldeón, el Abayarde, que directamente puso a perrear al público con alguno de los temas que abrieron el camino al reguetón hacia las listas de éxitos en las dos orillas del Atlántico.

Calderón no visitaba Gran Canaria desde 2007 y, para sus seguidores, seguro de que los doce años de espera valieron la pena, porque el puertorriqueño les ofreció un recorrido por todo su repertorio, que comenzó con el clásico Métele sazón, uno de los temas estrella del álbum que le dio su apodo, El Abayarde (2002).

Confeti, fuego y un ritmo que es seña de identidad le acompañaron durante una hora de concierto, en el que sonaron el aclamado Wanna love you, tema icono de los orígenes del reguetón internacional, así como Chilling, Cuando baila reggaeton o No quiere novio.

Había ganas de moverse... y Juan Luis Guerra echó más gasolina al fuego. El músico dominicano puso a bailar salsa y merengue a las 18.000 personas que se han congregado en este primer Sun & Stars, sin escatimar ninguno de grandes temas de su carrera.

Guerra arrancó con A pedir su mano, canción a la que siguieron Ojalá que llueva café, Bachata rosa, Carta de amor y Como yo, para dar paso al último sencillo de artista, Kitipun.

El músico dominicano siguió repasando temas indispensables de su repertorio, como La bilirrubina, para acabar cerrando su concierto con todo un himno, como Visa para un sueño, y una mezcla de éxitos latinos como Muchachita linda, Frío, frío o Burbujas de amor.

Cerca de la medianoche fue la hora de Bisbal. El almeriense presentó al público un repertorio compuesto por ritmo y balada casi a partes iguales, con la energía que lo caracteriza desde que saltó a la fama en la primera entrega de “Operación triunfo”.

Con un diálogo continuo con el foso, el artista intercaló las subidas de su icónico Quién me iba a decir, con el que se instaló en el escenario, con los ritmos de Antes que no, para dar un respiro y cambiar de tiempo con la romántica Una estrella fugaz.

No podían faltar éxitos como Silencio, que en 2009 le asentaba en el panorama musical español y que a día de hoy sigue en la memoria de los amantes del pop, ni tampoco Esclavo de tus besos, tema estrella de verano de varias generaciones.

Con seis millones de copias vendidas y más de 60 discos de platino, Bisbal dio un paseo en Gran Canaria por los ritmos más pegadizos de su carrera, que llegaron a lo más alto con Perdón, que cantaron a dúo público y artista. Como cierre, Bulería y Ave María, dos de las referencias de sus primeros años.

Traspasada ya la frontera entre el sábado y el domingo, fue el turno de uno de los referentes mundiales del reguetón, el estadounidense de origen puertorriqueño Daddy Yankee, el único artista del festival que no permitió a fotógrafos acreditados para el evento tomar imágenes de su concierto.

El Rey del reguetón llegó al escenario envuelto en un despliegue de luces y efectos especiales, que puso a saltar a todo el público sin excepción desde sus dos temas iniciales, Con calma y el Lo que pasó, pasó que le hizo famoso.

Reconociéndose agradecido por la energía que le transmitía el auditorio, aceleró el paso con La batidor“ y Qué tengo que hacer, para regalar después todo un derroche de flow con No me importa que usted sea mayor que yo y motivos de sobra para seguir bailando al ritmo de Que tengo que hacer para que vuelvas conmigo.

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