Un buen director de orquesta necesita ''modestia y el apoyo de los colegas''

El director Semyon Bychkov, titular de la Orquesta Sinfónica de Colonia, afirmó este jueves que “en la música no existe el café instantáneo” y al principio de la carrera nadie es “un gran director”, para lo que se necesita talento, modestia y el apoyo de los colegas artísticos.

Así lo declaró el director, nacido en Leningrado en 1952 y que es titular de la formación de Colonia desde hace diez años, en una rueda de prensa que ofreció en la capital tinerfeña con motivo de participación en el XXIII Festival de Música de Canarias, en el que afronta un triple programa.

Al respecto, Bychkov consideró que “este es el mayor reto que ha afrontado jamás la Orquesta Sinfónica de Colonia”, pues implica que tres días, primero en el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria y ahora en el de Tenerife, interpretarán obras de Mendelssohn, Martinu y Ravel; Brahms y Rachamaninov y posteriormente la versión en concierto de Tristán e Isolda de Wagner.

El director explicó que la primera vez que dirigió Tristán e Isolda fue en Chicago en el año 2000, y nueve meses más tarde en Viena, por lo que su interpretación en el Festival de Canarias implica “reencontrarse con un viejo amigo”.

Semyon Bychkov se confiesa “familiarizado” con Wagner, que comenzó a dirigir en 1997 con Parsifal y posteriormente con Lohengrin y recordó que en los últimos 30 años ha dedicado la mitad de su carrera a la ópera.

No obstante, consideró que “ahora llega una época en la que me toca volver a Verdi”, de quien ha dirigido recientemente Otelo en el Metropolitan Opera House de Nueva York y Don Carlo en el Covent Garden de Londres, y del que proyecta grabar varios títulos con la Orquesta Sinfónica de Colonia.

En cuanto al elenco de cantantes que interpreta Tristán e Isolda en Canarias, Bychkov aseguró que son “un dream team”, pues entre ellos se encuentran algunos “de los más magníficos intérpretes de Wagner de la nueva generación”, y que son familiares para el público del Festival de Bayreuth.

Un cartel de lujo

El Tristán e Isolda que oirán el sábado los espectadores del Auditorio de Tenerife estará interpretado por Deborah Polaski, John West, Franz-Joseph Selig y Falk Struckmann, de quien Semyon Bychkov aseguró que “es un auténtico lujo”.

También apuntó que no cree que haya papeles mayores o menores, sino largos o cortos en función de su duración, pero todos son igualmente importantes, y recordó además, respecto a la interpretación esta noche del Bolero de Ravel y la sinfonía número 4 Italiana de Mendelssohn, que no hay piezas “sencillas o ligeras” y en concreto esta última “no es nada fácil”.

Señaló además Bychkov que hay artistas claramente comprometidos con la tradición interpretativa y él mismo cree en ella, pero lo primero que hay que plantearse es “qué es la tradición”.

Para algunos músicos consiste en interpretar una pieza en concreto de una forma particular, mientras que para otros esta costumbre “es un mal hábito”.

Para el director de Colonia la tradición implica “la continuidad” con las raíces, de la misma manera que una persona tiene unos padres que a su vez tuvieron otros padres y así hasta el comienzo de los tiempos.

En la música sucede que a veces al escuchar una obra de Wagner recuerda a su vez otras de Beethoven, Schubert o Bach, pero sin embargo el autor de El anillo de los nibelungos se encarga “con su enorme talento” de que suene fresca e innovadora.

También subrayó que en los últimos 25 años ha habido mucho interés por los grupos que interpretan música barroca con instrumentos originales, y que han enseñado un nuevo camino para estos sonidos, con directores como Harnoncourt y Gardiner o grupos como Il Giardino Armonico y Concentus Köln.

La búsqueda de estos nuevos caminos se refleja incluso en la disposición de la orquesta, pues había una tradición “anticuada” en las formaciones alemanas de cómo sentar a los músicos que se cambió “con la invención del estéreo”.

De hecho la Orquesta Sinfónica de la WDR de Colonia es “flexible” y varía su disposición de acuerdo al repertorio, de forma que para interpretar Tristán e Isolda los segundos violines se sientan a la derecha, explicó su titular.

Preguntado por las pianistas Katia y Marielle Labeque, con las que interpretará esta noche el concierto para dos pianos y orquesta de Martinu, afirmó que se las han arreglado para “reinventar” su carrera durante 20 años, que empezaron con música contemporánea, siguieron con la clásica y ahora se interesan por el barroco y la música española.

“Hoy tocan un Mozart muy diferente al que grabaron en los años 80” del siglo XX, dijo Semyon Bychkov, quien elogió de las pianistas que están abiertas a nuevas ideas, y para ello es necesario “la modestia”.

Consideró además que sobre el escenario ningún artista puede ocultar su personalidad porque es como estar “desnudo” y precisó también que no es nada común la confianza que han depositado en él los músicos de la Orquesta Sinfónica de Colonia, que después de 10 años “de vida en común” acordaron su continuidad como titular con más del 90 por ciento de apoyos.

Por ello subrayó que está “muy feliz” con dicha formación y no quiso especular sobre su posible contratación por una orquesta española, aunque ha dirigido a la Orquesta Nacional de España y a la Sinfónica de Galicia.

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