Una mirada crítica a la realidad de 'Canarias'

Canarias

Canarias plantea, desde un punto de vista muy de la tierra, cuestiones y preguntas sobre la condición humana, con unos personajes y unas situaciones ricas y profundas, sin olvidar el entretenimiento y la diversión. “Es una obra que no deja indiferente a nadie por la estructura que tiene en clave de comedia. Siempre hay alguna escena donde uno se siente identificado”, comenta el autor, Antonio Tabares.

Para ello, se estructura en siete escenas de relación aparentemente inconexa y denominadas, cada una, con el nombre de una isla. Más alegórica que real, esta identificación entre escena e ínsula es, en realidad, intercambiable, ya que cada situación podría situarse en cualquiera de las islas. Cinco son los actores que componen la obra y siete los espacios de la acción. En todo caso, personajes y escenarios muy vinculados a la realidad insular que proponen situaciones que permiten a la obra alzarse como un pretendido espejo al espectador canario.

Un grupo de astrónomos aficionados, turistas extraviados en medio de la naturaleza, un funeral, bañistas que son espectadores de la llegada de una patera, empleados de una oficina de atención al público, la eterna espera en un aeropuerto o una reunión de amigos en un apartamento son las escenas que explora Canarias. Una serie de situaciones y personajes diversos que sirven para analizar las particularidades de la sociedad canaria. Porque la realidad canaria da para mucho, por eso “la mayoría de las escenas son reales, todas con el nexo común de la dificultad que tienen los canarios para comunicarse. Son circunstancias fáciles de resolver pero que por la falta de entendimiento y llevadas al extremo, se transforman en situaciones grotescas”, dice el autor del texto que apunta que pretenden que “la obra cuestione y cada cual saque sus conclusiones”. “Es un teatro de preguntas, un teatro que provoca”, añade el director.

Severiano García matiza que “el hecho de que la obra se llame Canarias no significa que se trate de un texto localista. Creo que Tabares trasciende un poco y su mirada es universalista. Podría llamarse Barcelona, Castilla La Mancha o Europa. La lectura de los personajes y las escenas son lo suficientemente ricas como para que se vean representados otro tipo de ciudadanos. Po eso, estamos deseosos de llevar el espectáculo fuera de las Islas”.

Soraya González, Zoraida Sánchez, Carlos Pedrós, Francisco Vera y Severiano García, el propio director, forman el reparto de esta obra que mezcla sobre las tablas el trabajo de varias generaciones de intérpretes. Tabares no puede “estar más contento” con el resultado de este reparto.

El texto de Canarias está cargado de simbolismo y el montaje lo explota “porque la escena es muy sencilla pero muy sugerente”, explica Tabares. La música, que en este caso corre a cargo del universalmente conocido timplista canario José Antonio Ramos, “encaja como un guante”. Severiano apunta que “la música de Ramos arropa, acoge y dibuja esa emoción contenida que debe tener toda obra de arte”.

El planteamiento de Canarias es que seamos menos autocomplacientes y más autocríticos, o por lo menos, que aprendamos a serlo. Para ello, Antonio Tabares y Severiano García han coseguido juntos que este texto dramático cobre vida.

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