‘Mi gran noche’: otro crimen imperfecto de Álex de la Iglesia

‘Mi gran noche’: otro crimen imperfecto de Álex de la Iglesia

Gara Santana

Las Palmas de Gran Canaria —

Yo fui de esas personas que a pesar de ver el tráiler de ‘Mi gran noche’ fui a verla al cine. Pero tengo una buena explicación y es que en el pasado me reí mucho con películas disparatadas de Álex de la Iglesia como ‘La Comunidad’ (2000) o ‘Crimen Perfecto’ (2004) y creí que con ésta me iba a pasar lo mismo. Es cierto que tiene momentos, instantes, de sinceros ataques de risa, (qué menos con el elenco que reúne) pero ni los mantiene constantes a lo largo de la cinta, ni evitan que se haga insufriblemente larga.

Nochevieja en agosto

El argumento es original y consigue que la trama atrape al principio: José (Pepón Nieto), recibe una llamada para trabajar en pleno agosto en un pabellón industrial a las afueras de Madrid. Se trata de la grabación de una gala especial para Nochevieja y dar la bienvenida al año 2016. Cientos de figurantes como él llevan semana y media encerrados y desesperados mientras fingen celebrar con alegría la falsa venida del Año Nuevo. Alphonso, la estrella musical, interpretada por el cantante Rafael, es capaz de todo para asegurarse que su actuación tendrá la máxima audiencia. Adanne (Mario Casas) su antagonista, es un joven cantante latino, que vive acosado por las fans que no dudan en chantajearle a cualquier precio. Los presentadores, un matrimonio interpretado por Carolina Bang y Hugo Silva, tienen problemas en su relación que no tardan en llevarse al trabajo. Se odian y compiten entre sí para ganarse la confianza del productor. Pero lo que nadie sabe es que la vida de Alphonso corre peligro y que todas las historias se entrelazaran en un disparatado desenlace.

Lo que parodia

Pocas cosas quedan fuera del alcance de la mofa que Álex de la Iglesia dirige con este film al mundo del espectáculo. Desde la empalagosa felicidad de los programas de sábado-noche del estilo ‘Noche de Fiesta’, hasta la rivalidad de los cantantes por mantener la hegemonía y el privilegio de actuar justo después de las campanadas de Nochevieja. Por el camino se exagera el vestuario, maquillaje, el carácter y las motivaciones de todas las personas que participan de la farándula. La intención es innovadora y buena a priori, pero algo le pasa a la película que decae, tal vez le falta un poco de respeto al espectador en cuanto que ni siquiera mantiene cierta lógica en la disparatada trama. Es como un guiño al disparate y tal vez para autoconsumo del director pero no le importa si el resto de los mortales nos perdemos en medio de la trama sin saber por qué no paran de salir personajes hasta el final de la película.

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