El poder del libro álbum

Rosalía Arteaga Serrano firma su libro

Jessica Gonzalez Salamanca

Madrid —

La Casa de Canarias de Madrid abrió sus puertas a la fantasía de las pequeñas historias, recibiendo en sus instalaciones a Rosalía Arteaga Serrano, Ernesto Rodríguez Abad, Amelia Valcárcel y José Ramón Calvo para la presentación de una obra excepcional que viaja entre la imaginación y la realidad, tal como sucede en muchas mentes de pequeños grandes lectores.

Dentro de una actualidad más visual donde existe una nueva forma de leer, encuentra su espacio el libro álbum como un todo capaz de atrapar la atención de los lectores más curiosos. Textos y dibujos, llenos de vida, hacen de cada página una obra en sí misma. Sentarse frente al libro es como sentarse frente al telón de un escenario que pretende sorprender. Cada forma, tipografía, color, sus tapas y papel, cada elemento editorial es trabajado minuciosamente para lograr la recreación total de la historia, invitando al lector a quedarse, a continuar la búsqueda. Este tipo de relación entre sus componentes lo transforma en un objeto digno de ser leído. La princesa Martina y el chip de los idiomas reúne todas esas virtudes y tiene el poder de seducir los sentidos de un público inquieto, en muchas ocasiones exigente, pero siempre dispuesto a contar con el cuento, ya sea como expectante oyente o entusiasta narrador.

Diego Pun Ediciones

“Mucha gente nos pregunta en broma, ¿quién es Diego? No, no somos ninguno de nosotros. Ni Cayetano Cordovés (coordinador editorial), ni yo, comenta entre risas Ernesto Rodríguez Abad, director de la editorial, que continúa su intervención entre los invitados y asistentes al evento contando el origen de la editorial nacida en Canarias. ”Cuando buscábamos nombre, Diego Pun era el más lógico, en él se unen muchas cosas. Diego Pun, molinero de profesión, fue un juglar que vivió en el siglo XVIII en un pequeño pueblo de Tenerife llamado Los Silos. Habitó en los árboles de los que sólo bajaba cuando pasaba por allí algún caminante para cantarle romances o contarle algún cuento“. Era el mundo de lo oral, el verdadero mundo del artista ambulante. Un siglo que acogió el desarrollo de las obras del máximo exponente de la ilustración canaria, José de Viera y Clavijo. Referente de la literatura de las islas, este pensador incómodo, ajeno a seguir las tradiciones y víctima circunstancial de la censura, se trasladó a Los Silos. ”Allí conoció a Diego Pun y decidió firmar con ese pseudónimo muchos de sus escritos de esa época. En ese pueblo también creó uno de los primeros periódicos de Canarias “La Gaceta de Daute” donde suscribió con el mismo alias“, explica el director.

Con este acertado nombre, se bautiza una editorial comprometida con el libro como instrumento social para el desarrollo del ser humano. Si bien abarca publicaciones para todas las edades, Diego Pun se especializa en la literatura infantil, apostando por este mundo mágico con la premisa de aportar obras diferentes, donde el concepto de álbum está muy presente. “Queremos ofrecerle al niño un lugar para imaginar, acercarlos al mundo de la libertad que para mí es la lectura, no hay acto de libertad más enorme que cuando escoges un libro para leerlo” añade Ernesto Rodríguez Abad, quién afirma sentirse muy satisfecho con su rol de editor “es una labor más oculta, soy autor y ahora estoy disfrutando de este rol porque es una manera de trabajar el libro desde otro punto de vista. El ilustrador proporciona sus imágenes, el escritor sus textos, el editor debe unir estos mundos y darles coherencia al plasmarlos en el papel y con el tipo de fuente adecuados”. Entre las publicaciones de Diego Pun se encuentran las versiones en verso de “La bella durmiente del bosque”, “Blanca Nieve en la casa de los enanos” y “Caperucita Roja” escritas por Gabriela Mistral. “El niño de las siete (las seis en Canarias)” de Juan Cruz Ruiz y la poesía de Pepa Aurora, autora canaria, entre muchos otros, a los que se suma “La princesa Martina y el chip de los idiomas”.

Una princesa atípica

Martina es una princesa de los tiempos modernos y probablemente de los futuros, representa el liderazgo femenino, una mujer preocupada por su pueblo. Su creadora ecuatoriana Rosalía Arteaga Serrano, no dista de esta descripción aunque se queda corta. Rosalía Arteaga, polifacética, activista de las buenas causas, posee en su biografía dos facetas claramente destacables. Las palabras de su buen amigo José Ramón Calvo (médico y profesor de la ULPGC) la describen: “en primer lugar está su faceta política, cuando, desde muy joven, decide empezar a realizar labores relacionadas con la educación desde la política. Fue Ministra de Educación, Vicepresidenta y Presidenta de la República de Ecuador. Ese fue el punto de inflexión en el cual por ser joven, por ser mujer, por estar en la época que estaba, no la dejaron seguir. Recibe un golpe de estado, legal, pero golpe de estado, que la mantuvo en el poder por seis días sin dejarla continuar. Uno de sus libros titulado La Presidenta, es la crónica directa de una aberración absoluta, de todos los acontecimientos y abusos de poder que se dieron cita para que ella no pudiera ser la presidenta legítima de Ecuador, que por ley le correspondía”. En su otra faceta toma distancia del sector público para acercarse en mayor medida a promover cambios en el ámbito cultural y educacional de su país, convirtiéndose en la Presidenta de la Fundación para la Integración y Desarrollo de América Latina (FIDAL).

Como escritora el libro que más le ha marcado ha sido Jerónimo, obra testimonial sobre su hijo con Síndrome de Down, publicado en varios idiomas.

A Martina, protagonista de su último cuento, ya la conocíamos en la publicación del año 2008 El secreto de la Princesa. En esta historia ya se asomaba su ser inusual. “Una princesa con temores, cuyo mayor miedo es que su adorado esposo la abandone ¡porque ronca!, la luna de miel le causaba un pánico tremendo” comenta la autora. Respecto a su nueva ficción Arteaga la define como “una muestra de la necesidad actual de comunicarnos, del afán de encontrar en la ciencia las respuestas. La ciencia como algo que a veces puede más que la consciencia”. “¿Quién no ha pensado, que maravilloso sería que hubiera un lugar, una manera en que yo cambiara de idiomas sin tener que aprendérmelos?” comenta Amelia Valcárcel (catedrática, filósofa, escritora, con amplia trayectoria curricular) acerca de “La princesa Martina y el chip de los idiomas”. “Es un relato sobre otra necesidad humana enormemente sentida que es la necesidad de la paz. La paz universal donde todo el mundo reuniría lo que está disperso, se podrían intercambiar todas las lenguas, todos los sentidos y por lo tanto la misma paz sería posible porque ya no habría un mundo necesariamente divergente”, concluye.

Un libro que tiene los ingredientes necesarios para cautivar a los más pequeños y hacer grande cada uno de sus sueños. Con el poder de la palabra y los extraordinarios dibujos de Nareme Melián, exitoso ilustrador canario que deja su alma en cada trazo, no hay duda que Martina llegue a muchas familias del mundo.

Un festival digno de mención

Un encuentro en Santander hizo que Ernesto Rodríguez Y Rosalía Arteaga coincidieran propiciando una futura reunión al noroeste de la isla de Tenerife. “Cuando hablé con Ernesto, director del Festival Internacional del Cuento de Los Silos, me propuso ir al pueblo y allí descubrí un espacio mágico donde te hacen narrar cuentos desde los balcones de las casas. Una población de, aproximadamente, cinco mil habitantes crece a veinte mil en esos días. ¡La gente va a escuchar cuentos! Nos meten en un contenedor, transformado en un lugar especial, a contar relatos de terror y vamos de casa en casa, de calle en calle narrando maravillosas historias. Yo me quede fascinada. Cuando Ernesto me propuso la posibilidad de publicar un libro no vacilé, me siento absolutamente privilegiada y honrada de estar en el sello editorial Diego Pun así como me declaro enamorada de las Islas Canarias, es un lugar maravilloso, con una calidad de gente muy especial”.

Iniciativas como estas, además de conectar mundos diferentes, reafirman el poder del libro y la lectura, como instrumento y acción para el progreso social. Ernesto Rodríguez es un gran promotor de la animación lectora, trabaja en la formación con familias, con presos “porque creo que es un revulsivo social, si creamos una sociedad lectora avanzaremos mucho pero aún nos quedan retos por cumplir. Desde las administraciones falta diseñar planes de lecturas nacionales, comprometidos, coherentes, donde se enseñe al niño a disfrutar del libro, donde se radique la idea de leer por obligación. En definitiva, la lectura hay que llevársela a la gente”.

“Las palabras escritas en un libro nos hacen soñar, pueden llevarnos a un mundo mejor, no hay que tener una edad específica para leer, solo la mente abierta para sentir y vibrar con los cuentos, que siempre emocionan. Soy de aquellas personas que cree que la lectura tiene futuro mientras existamos personas que amemos los libros, que queramos sentir su textura, su olor, los libros seguirán existiendo”. Concluye Rosalía Arteaga.

Porque la lectura abre la mente, nos permite ser libres, nos aleja de la realidad para adentrarnos en nuevos mundos con el simple movimiento de nuestras manos. Porque tiene la capacidad de hacernos vivir muchas vidas, conocer un sinfín de personajes y es una fuente de salud, cultura, sabiduría. Larga vida a la lectura.

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